Daniela se giró y Eva levantó la mirada para ver de quien se trataba.
- ¿Quién eres?- preguntó Daniela.
- Soy el que te salvó ayer.- dijo el chico.
- ¿Y por qué lo hiciste?- preguntó Daniela.
- No te lo voy a decir.- dijo el chico.
- Déjale, seguro que lo hizo para ser el líder de la manada, en realidad no le importas.- dijo Eva.
- Sí, me importa.- dijo el chico.
- ¿Y por qué te tengo que creer?- preguntó Daniela.
- Solo créeme.-dijo el chico.
- No te conozco de nada, no te voy a creer.-dijo Daniela para después echar a correr mientras lloraba, no creía que todo esto la estuviese pasando, ella tenía planes de futuro, sueños, pero todo eso se derrumbó cuando la convirtieron en vampira. De repente, alguien la detuvo agarrándola del brazo, esa persona junto su cuerpo con el de Daniela y la abrazó fuertemente mientras que le secaba las lágrimas. Daniela abrió los ojos y vio que se trataba del chico con el que había estado hablando y que supuestamente la había salvado.
- ¿Por qué me salvaste?- preguntó Daniela.
- Porque me importas.- contestó el chico.
- ¿Puedo saber tu nombre?- preguntó Daniela.
- Claro, me llamo Iker.- contestó.
- Iker, ¿por qué te importo tanto?- preguntó Daniela.
- Porque…- Iker no pudo terminar la frase porque Eva los interrumpió.
- Sabes que estas incumpliendo el tratado de tu clan.- dijo Eva.
- No me importa.- dijo Iker.
- Si ahora mismo os vieran, os matarían.- dijo Eva.
Daniela se apartó de Iker y preguntó:
- ¿Qué tratado? ¿Qué clan? ¿Por qué si nos ven, nos matarán?
- Hay un tratado que dicen que somos enemigos, que debemos matarnos, que debemos odiarnos y pertenezco a un clan, al clan Fenora. Si nos ven, nos matarían, está prohibido que un hombre lobo y una vampira estén juntos.- le explicó Iker.
Daniela se quedó paralizada, una lágrima rodó por su mejilla, Iker fue a secársela, pero Eva le detuvo.
- Ni se te ocurra, no quiero que la hagan daño.- dijo Eva.
- Iker, lo mejor será que me vaya, necesito reflexionar.- dijo Daniela.
- Daniela…- intentó decir Iker, pero Daniela le interrumpió.
- ¿Cómo sabes mi nombre si yo no te lo he dicho?- preguntó Daniela.
- Yo, yo te llevo siguiendo desde que tienes 16 años, eres una mujer hermosa, vi como te hacían daño y te trasformaban en vampira, yo no pude soportar aquello porque te qui…- dijo Iker, pero Daniela le interrumpió.
- No hace falta que digas más, ya se por donde van los tiros, pero Iker, si por mirarte, me pueden matar, es mejor que ni te mire, adiós.- dijo Daniela.
- Daniela, has hecho muy bien- dijo Eva.
- Mira Eva, déjame, no quiero hablar con nadie.- dijo Daniela enfadada.
Eva se quedó parada, Iker comenzó a llorar. Daniela se dio la vuelta al oír a alguien llorar y vio que el que lloraba era Iker, se le partió el corazón, pero su orgullo era más fuerte, así que se dio la vuelta y siguió caminando mientras que de sus ojos caían algunas lágrimas. Al final, Iker y Daniela se fueron por su camino, con el dolor en el corazón, por saber que sentían algo por el otro y que no podía ser… Mientras tanto, Eva miraba a Daniela y pensaba que esa chica, había hecho lo mejor.
Daniela no quiso entrar en su casa, se sentó fuera, en el escalón, comenzó a llorar y llorar, no podía contenerse, solo conocía a ese chico desde hacía unas horas y ya sentía algo por él. ¿Cómo podía ser eso posible? Ella no comprendía como le podía, ¿querer? Ella se encontraba confusa, no sabía que hacer… Por una parte quería correr y buscar a Iker para abrazarle y por otra, quería creer que todo lo que había pasado, no era verdad, que había sido una pesadilla y olvidarlo, pero no podía, eso había pasado.
Mientras tanto Eva seguía en la playa, quería creer que a Daniela no la harían nada, tenía miedo de la que la hicieran daño, debía protegerla, era la única de su especie que había encontrado después de 2 años buscando.
E Iker, Iker se había ido a la casa donde se alojaba el clan Fenora cuando no eran lobos, se había encerrado en su cuarto y empezado a llorar. Luca, que era otro miembro del clan Fenora, era el lobo más joven y no tenía casi experiencia como lobo, le había escuchado llorar y entró en su cuarto, pero Iker decidió no contarle nada porque si se lo contaba, le matarían a él y a Daniela, y él, podría morir, a él no le importaba, pero no quería que a ella le pasase nada.
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