No es un adiós
Capítulo 15
- Vamos a disfrutar de la piscina, hidromasajes, jacuzzis, masajes, sala de juegos y todas las instalaciones del hotel. Además de una gran cena con unos amigos que tengo en París y te voy a presentar delante de ellos como mi novia, así que esta noche tienes que deslumbrar, por eso, te insistí en que te comprases ese precioso vestido.- dije.
Mireia se lanzó a mis brazos y me abrazó fuertemente. Yo la besé suavemente en el hombro. Una lágrima rodó por la mejilla de Mireia y yo se la sequé rápidamente.
- Te quiero tanto.- dijo Mireia.
- Te quiero.- dije.
Ella sonrió. Una de las mejores sensaciones del mundo era verla sonreír. Su sonrisa provocaba la mía.
La besé suavemente sobre los labios.
Disfrutamos de todas las instalaciones del hotel como la dije y cuando llegó la tarde-noche, ella empezó a arreglarse, se estaba poniendo más guapa de lo que ya era. Yo también empecé a arreglarme y las 21:00, puntuales estábamos en el salón hablando con mis amigos y presentándola como mi novia. Se la veía feliz y radiante. Cenamos con ellos y volvimos a nuestra habitación.
Acabamos de disfrutar de los últimos días de nuestras mini vacaciones en París y volvimos a Madrid con las pilas recargadas para volver a trabajar.
- ¿Cuándo nos vamos a ir de vacaciones?- preguntó Mireia.
- Pues como estamos a mediados de Junio, nos iremos a mediados de Agosto, así que todavía quedan dos meses de trabajo duro por la mañana y noches de sexo.- dije guiñándole un ojo.
Ella se sonrojó y en sus labios se pronunció una pequeña sonrisilla.
- ¿Y dónde iremos esta vez?- preguntó.
- Primero, iremos a Ibiza a ver un concierto de Calvin Harris en la discoteca Amnesia y a pasar unos días allí, después iremos a Italia donde disfrutaremos de unas vacaciones por todo el país y por último, iremos a Asturias para ver a tu familia.- respondí.
- ¿Y cuándo volvemos y que haremos?- preguntó Mireia.
- Pues volveremos a mediados de Septiembre y todavía nos quedará una semana para ir a ver a mis padres y comer o cenar algunos días con ellos y después, de nuevo a la rutina.- contesté.
- Así que tendremos un mes de vacaciones.- dijo Mireia.
- Exacto. Y descansa hoy porque mañana ya empezamos el trabajo.- dije.
Mireia entró en su piso con Bel.
Narra Mireia:
Me lo he pasado genial en París, le he contado todo a mi madre y todos están felices por mi y por la relación que he empezado con Aarón. Él es tan magnífico. Primero, estás mini vacaciones en París y después, las geniales vacaciones que me esperan entre Agosto y Septiembre por Ibiza, Italia y Asturias.
Por la mañana:
- ¡Buenos días!- exclamé entrando en la oficina.
- Buenos días, señorita Mireia. ¿Qué tal sus vacaciones en París? ¡Viene como nueva, alegre y radiante!- exclamó Susana mi compañera de trabajo.
- Hola, Susana. ¡Maravillosas! Muchas gracias. Ahora ya estoy de vuelta para trabajar activamente.- dije contestándola.
- Me alegro.- dijo Susana sonriéndome.
Yo me dirigí hacia mi despacho y ella se quedó conversado un rato con Aarón. Ella no me preocupaba. Yo sé que Aarón me quiere mucho y ella ya lo intentó con él y quedó rechazada. No creo que lo vuelva a intentar para volver a quedar igual de mal.
Después de un día duro de trabajo, llegué a casa acompañada de Aarón, me despedí y entré en casa. Me cambié, di de comer a Bel y saqué a pasearla.
Mientras que paseaba a Bel, sentía como que alguien me seguía y me espiaba, pero cada vez que intentaba ver quien era, no le veía. ¿Quién sería? ¿Por qué me está persiguiendo? ¿Qué quiere de mi? ¿Qué me va a hacer?
Noté que alguien me tocaba el hombro. Sentí como un escalofrío recorrió mi cuerpo, tragué saliva, me dije a mi misma: seguro que es alguien que te conoce. ¿Pero quién me va a conocer en esta ciudad? ¡Ay, dios mío! Me giré lentamente con miedo. Muchísimo miedo. No sabía quien era.
- ¿Qué haces aquí? ¡Me has pegado un susto de muerte!- exclamé sobresaltada.
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