sábado, 11 de enero de 2014

 
                     Te haré perder el control

                                         Capítulo 6 

*Este capítulo va dedicado al grupo de wa del Club Belmonte por leer mi novela y por hacerme pasar tardes divertidas y por supuesto, por darme información sobre Mireia que yo desconocía. Y gracias a la labor que hace el administrador del Club Belmonte en twitter yo he podido saber cuando competía Mireia y en que pruebas y me he podido guiar. Gracias a todos y cada uno de este Club. Me gusta formar parte de él y apoyar a Mireia con vosotros. PD: Gracias Mery por lo de la ardilla libre. Te quiero.*

- Un filete de ternera a la plancha con verduritas, que hay que cuidar la dieta.- respondí.

- Para mi lo mismo.- dijo Jordi sonriente mientras sacaba los ingredientes y los utensilios para cocinar.

- Y de postre, unas fresitas con un poquito de azúcar, pero sin exceso que sino, me veo última en las pruebas.- dije.

- De eso nada, vas a conseguir muchísimas medallas porque tienes muchísimo talento, pequeña.- dijo Jordi mientras me daba un suave beso en la mejilla.

Sonreí involuntariamente.

Jordi empezó a cocinar, mientras picoteábamos algo y bebíamos los refrescos que había preparado. Pasada una media hora o así, ya estaba todo listo.

- ¡A comer!- exclamó Jordi poniendo dos platos sobre la mesa.

- Tiene muy buena pinta.- dije.

Comenzamos a comer.

- Está delicioso. ¡Qué bien cocinas Jordi!- exclamé.

- Gracias.- dijo Jordi un poco sonrojado.

- ¿Por qué empezaste a nadar?- me preguntó Jordi.

- Por una recomendación, tenía escoliosis.- respondí.

- ¿A qué edad?- preguntó.

- A los cuatro años y me dijeron que servía para ser nadadora y empecé a competir cuando tuve más edad.- contesté.

- Yo también empecé jovencito a jugar al fútbol. Empecé como extremo izquierdo. Pasé por varios equipos hasta que me asenté en el Valencia, me reconvirtieron a lateral izquierdo, fui con la Selección para la Eurocopa de 2012 y después llegué al Barça.- dijo Jordi.

- Naciste en Hospitalet de Llobregat, ¿verdad? El 21 de Marzo de 1989.- dije.

- Cierto. Y tú el 10 de Noviembre de 1990 en Barcelona y te fuiste a vivir de pequeña a Badalona.- dijo él.

- Exacto.- dije.

Acabamos de comer el filete y fuimos a por el postre, las fresas.

- Te gusta mucho el reggaeton, estar con las amigas, ahora conmigo también, te gusta bailar y como cantante te gusta mucho Don Omar.- dijo él.

- Ay, Xavi, que bien das información.- dije.

Jordi soltó una carcajada.

- Además, tienes alergia al cloro y asma, y estás en la natación profesional. Es un gran logro. Además has conseguido tantísimas cosas.- dijo Jordi.

- Sí. Y a mi me han dicho que te gusta ser una ardilla libre y jugar al fútbol.- dije.

Jordi soltó una carcajada. Yo otra.

- ¿Me estás llamando ardilla?- preguntó él.

- Sí, pero eres MI ardilla.- contesté.

Jordi sonrió.

- Además, te llaman Jordi Bala y lo que más me gusta, te dicen bollicao.- dije.

- No, el bollicao eres tú, vamos que estás para comerte.- dijo Jordi.

Yo me sonrojé. Él me besó.

- Y a mi me han dicho que tú eres la sirena de las aguas, ¿o me equivoco?- preguntó él.

- No, no te equivocas.- respondí.

Acabamos de comer el postre. Recogimos la mesa.

- ¿Vas a poner el lavavajillas?- preguntó Jordi.

- Para los pocos platos que hemos utilizado, no. Lavamos a mano.- contesté.

- No, nada de lavamos, lavo yo, no te preocupes.- dijo Jordi.

Me quedé sorprendida. Pocos chicos se comportaban así.

- También me han dicho que eres muy coqueta, que te gustan mucho los espejos, normal, ellos también te adoran, les gusta reflejar una cara tan bonita como la tuya.- dijo Jordi.

En ese mismo momento, creía que me caía muerta al suelo.

- ¿Qué te pasa?- preguntó Jordi.

- Nada, solo que nadie antes se había comportado así conmigo.- respondí.

- Pues vete acostumbrando porque a mi me gusta comportarme así de caballeroso con la chica que me gusta.- dijo él.

Sonreí.

- También, eres vergonzosa, tímida y tu color es preferido es el rosa. Ah, y no puedes estar sin pintarte las uñas.- dijo Jordi.

- Se ve que Xavi y tú habéis estado hablando mucho de mi.- dije.

- Por supuesto, es lo que tiene verle todos los días, unas dos horas o más.- dijo.

Sonreí.

Jordi se acercó a mi. Empecé a temblar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario