¿Alguna vez has visto una foto de tu ídolo y has sonreído tanto que te has sentido idiota? Cuando era pequeña mi madre me dijo que un chico me haría llorar, pero jamás pensó que sería un equipo de fútbol. La distancia no es un problema si las ganas de cumplir tu sueño es mayor. No existen límites para soñar. No pido que admires a quien yo admiro, pero si que le respetes. Mis héroes no llevan capa ni máscara, solo se dedican a algún deporte.
lunes, 20 de enero de 2014
Te haré perder el control
Capítulo 15
Mireia empezó a revolverse en la cama, a gritar y sudar. Entonces, se despertó.
- Tranquila.- la susurré al oído. - Estás a salvo, conmigo.- la volví a susurrar.
Ella se secó el sudor de la frente y se abrazó fuertemente a mi.
- ¿Otra vez te estabas ahogando?- pregunté en un tono de voz bajo, tanto, que creí que no me había escuchado.
- No.- logró pronunciar ella temblando, su voz también temblaba. - Esta vez soñé que te perdía.- pronunció susurrando.
- Estoy aquí, si nos mantenemos unidos nada nos pasará.- la susurré en el oído logrando calmarla.
- Beberé algo de agua y subiré de nuevo para acostarme. Ahora vuelvo.- dijo Mireia.
Narra Mireia:
Bajé a beber agua.
Mi pesadilla había sido completamente espeluznante. Yo estaba entre las llamas, a mi no me pasaba nada, parecía inmune al fuego, entonces escuché gritos, corrí y vi a Jordi quemándose, sufriendo, dolorido, siendo quemado por las llamas, como yo no me estaba quemando, todo lo estaba sufriendo él, intenté llegar hasta él, pero cuanto más corría, más se alejaba Jordi así que me di por vencida y me tapé los ojos e intenté zafarme de los pensamientos de mi mente, de la imagen de Jordi quemándose, de la imagen más horrorosa del mundo, le estaba perdiendo y no quería eso, no podía soportarlo más. Y justo, cuando me di cuenta de que lo estaba perdiendo, cuando grité en mis sueños que no le quería perder, me desperté temblando, sudando, paralizada de terror y es ahí, justo cuando le vi y me calmé, él me estaba observando y seguro que no se podía dormir, cuando me habló, cuando me susurró todo pasó y me di cuenta de que solo había sido una pesadilla, todo eso ahora mismo estaba muy lejos. Ahora mismo los dos estábamos bien y seguíamos amándonos.
Cuando subí, le dije a Jordi:
- Jordi, la verdad, es que no se muy bien porque tengo esas pesadillas, solo se que cuando las cosas van bien, siento que no puede ser así y que todo va a ser malo, que va a ir empeorando y es ahí, justo, en ese momento cuando tengo las pesadillas. No puedo evitarlo.
- Pero son simples pesadillas, no se van a hacer realidad. Yo también siento miedo y cuando siento que las cosas van bien, creo que irán mal y me ocurren las pesadillas.- dijo él.
Sus palabras me calmaron. Él sentía lo mismo.
Y mientras me dormía, pensé: algún día quiero mirarme al espejo y verme como una novia, vestida con un vestido elegante y blanco y con todas esas cosas que llevan las novias. Sentir ese cosquilleo en mi barriga, esos nervios a flor de piel, sentirme feliz, ilusionada, que mi padre me lleve al altar donde me reuniré con mi futuro marido que quiero que sea Jordi, que me diga que estoy preciosa, deslumbrante, radiante, que me ama ahora más que nunca, que nunca me imaginó así, que me imaginó de otra forma, que le he sorprendido, quiero ver a mi padre y a mi madre llorar porque me hago mayor, porque su niñita se va a casar, quiero que mi hermano me abrace y me transmita todo ese cariño que ha tenido guardado todos estos años para mi, quiero ver a mis amigas y a mis primas siendo mis damas de honor, a algún pequeño de la familia llevándome los anillos, quiero vivir este sueño que tengo desde pequeñita y lo quiero vivir con Jordi. Salimos desde hace poco, pero yo le quiero y le conozco como si fuese de toda la vida y estoy decidida a sufrir con él lo que sea y a vivir momentos como el de una boda con él.
Narra Jordi:
- Duerme, pequeña. Todo va a estar bien.- la susurré al oído y pasados unos minutos ya estaba descansado sobre mi pecho. Tenerla durmiendo en mi pecho, me relajaba y mirándola me quedé dormido.
- Buenos días, pequeña. ¡Nos vamos a Nueva York!- le dije a Mireia.
- ¿Qué? Jordi tengo que ir a entrenar.- dijo ella.
- Hablé con Fred y le convencí para ir hoy, estar allí y volver mañana así que el día 7 podrás estar entrenando y a mi el club me ha dejado esos dos días libre también.- dije sonriente.
Mireia se quedó sorprendida. No se lo podía creer. No pronunció palabra, de echo, lo único que pudo hacer fue abrazarme fuertemente.
- Ya están las maletas hechas y todo listo. Solo vístete y nos vamos. Tardaremos 8 horas y unos 30 minutos y si cogemos el vuelo que hay dentro de 2 horas, es decir, a las 6 de la mañana llegaremos allí a las 9 de la mañana y podremos aprovechar todo el día.- dije entusiasmado.
Mireia siguió abrazándome y me dio un dulce beso.
Y así fue, llegamos a Nueva York a las 9 de la mañana. Y lo primero que hicimos fue ir a la pista de hielo que hay en Times Square.
- Hey, nadie me dijo que patinabas tan bien.- dijo Mireia riéndose.
- ¡No te rías de mi! Se que te gusta patinar, te traigo a un lugar romántico a patinar y yo sin saber patinar. Encima de que lo hice por ti y te ríes de mi.- dije molesto.
Mireia se acercó y me susurró al oído:
- Pobrecillo mi niño
Y me besó. Me besó despacio, suave, los pequeños copos que caían en Nueva York sobre la pista y las luces que iluminaban tenuemente la pista de hielo y el pelo de Mireia que se veía más rubio de lo normal, hizo ese beso más especial, ese ambiente romántico produjo que el beso pareciese más especial de lo que ya era.
Pasamos la mañana patinando y ya era hora de comer. Así que fuimos al restaurante Club A Steakhouse.
- ¿Qué te gustaría tomar?- pregunté.
- De primero salmón ahumado con un poco de ensalada, de segundo podríamos pedir una parrillada mixta para los dos y de postre un helado de chocolate.- dijo Mireia relamiéndose.
- Bueno, una vez es una vez, yo pediré algo de ensalada, compartimos la parrillada y un helado de vainilla.- dije y después, se lo pedí al camarero.
Salimos del restaurante y fuimos a Central Park, ahora que estaba nevado y con la luz del atardecer, esa luz naranja que se reflejaba en los copos de nieve, esa luz naranja apagada que le daba a Mireia un toque de elegancia, hacia su risa más bonita de lo normal.
Ella comenzó a tararear una canción, decía así:
‘I need your love. I need your time. When everything’s wrong you make me right. I feel so high. I come alive. I need to be free with you tonight. I need your love.’
- ¿Qué cantas?- le pregunté, aunque sabía perfectamente que canción cantaba. Cantaba I need your love de Calvin Harris y Ellie Goulding.
- I need your love de Calvin y Ellie.- contestó ella con las mejillas tornándose de color rojo.
- ¿Para quién la cantabas?- dije mientras me acerqué a ella. Ella no se dio cuenta ya que estaba mirando al suelo algo avergonzada y la rodeé con mi brazo. Ella no se lo esperaba y se sobresaltó.
- A ti.- dijo ella con un hilo de voz y con las mejillas enrojecidas tanto por el frío y por la vergüenza.
Besé su mejilla y susurré:
- Es lo más bonito que he oído que salía de tu boca hasta ahora.- dijo Jordi.
Mireia se giró y me miró fijamente a los ojos. Parecía que se había vuelto a perder en ellos. Los copos caían sobre nosotros y se acumulaban en la punta de la nariz de ella. Parecían molestarla porque cada dos por tres se los intentaba apartar. Así que con mi manga de la sudadera se los aparté en un gesto de dulzura que ella notó y no pudo evitar sonreír.
Narra Mireia:
Ese simple gesto de Jordi me hizo sonreír como una niña pequeña que tenía una muñeca nueva. Él me había dado una gran sorpresa con este viaje a Nueva York, nunca nadie se había esforzado tanto en hacerme feliz, pero Jordi realmente se estaba esforzando en hacerme feliz y se lo agradecía.
- Vamos, todavía no ha acabado el día.- dijo Jordi.
Fuimos al Empire State. Desde él se veía todo Nueva York y yo como amante de la fotografía, mi cámara me había acompañado durante todo este tiempo y tenía un montón de fotos en ella. Y no podía irme sin hacer ninguna al Empire State ni a las vistas que tenía ahora mismo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario