¿Alguna vez has visto una foto de tu ídolo y has sonreído tanto que te has sentido idiota? Cuando era pequeña mi madre me dijo que un chico me haría llorar, pero jamás pensó que sería un equipo de fútbol. La distancia no es un problema si las ganas de cumplir tu sueño es mayor. No existen límites para soñar. No pido que admires a quien yo admiro, pero si que le respetes. Mis héroes no llevan capa ni máscara, solo se dedican a algún deporte.
jueves, 23 de enero de 2014
Te haré perder el control
Capítulo 18
Narra Mireia:
Hoy me iba de viaje y ayer lo único que hablé con Jordi fue:
Ten un gran viaje y gana muchas medallas. Da todo de ti. Te quiero.
Gracias. Te quiero.
Es el único mensaje que recibí y el único que envié yo. Me gustó, pero me supo a poco. Pero no pudimos vernos porque los dos estábamos liados, yo con la preparación del viaje y él con sus entrenamientos, quería sentirse bien físicamente y mentalmente para poder disputar un partido completo y sin sentir ninguna molestia.
Día 20 de Diciembre: Mireia nadó la prueba de los 400 metros estilos y la ganó. También, queda primera en la prueba de los 400 metros libres.
Día 21: Mireia nadó la prueba de los 800 metros libres y la ganó. También, quedó primera en la prueba de los 200 metros mariposa. Empató EEUU y Europa, se hizo un desempate en el cual ganó EEUU y perdió Europa, pero Mireia fue elegida la mejor nadadora del Duel in the pool.
- ¡Por fin podemos estar mucho tiempo juntos sin que nada nos interrumpa!- exclamó Jordi estrechándome entre sus brazos. - Además, estoy muy orgulloso de todo lo que has conseguido este año y por supuesto, te quiero.
- ¿Es hora de retomar nuestro viaje a Nueva York?- pregunté.
- Acertaste, pequeña.- dijo dándome un tierno beso en la mejilla.
- ¿Cuándo nos iremos?- pregunté.
- Mañana, por la mañana. Tenemos que aprovechar estos días.- dijo él.
- ¿Entonces vamos a pasar las navidades en Nueva York, nosotros dos solos?- pronuncié incrédula.
- Lo único que nos acompañará será nuestro amor.- dijo Jordi.
Y sus últimas palabras provocaron que mis lágrimas saliesen al exterior. Enseguida, él las notó y las atrapó, no dejó salir ni una más.
Cogimos el vuelo a las 7 de la mañana, tardamos 8 horas en llegar y debido a las 6 horas de diferencia que hay entre Barcelona y Nueva York, llegamos allí a las 9 de la mañana.
Otra vez en Nueva York. Dos veces en el mismo mes. Esto es increíble.
- Lo primero que vamos a hacer es ir al metropolitano de Arte.- dijo Jordi agarrándome de la mano y haciéndome caminar porque yo estaba tan impactada que no podía ni moverme.
En el metropolitano de Arte vimos varias exposiciones y colecciones de Arte. Todo era muy bonito. No podía dejar de mirar nada. Todo te atraía porque todo era deslumbrante.
- Tengo hambre, Jordi.- dije.
- ¿De qué? ¿De mis besos?- preguntó él entre risas.
- No, hambre de una buena parrillada.- contesté riéndome.
- ¿Entonces repetimos lugar?- preguntó él.
- ¡Por supuesto!- respondí.
Así que nos dirigimos al Club A Steakhouse y pedimos lo mismo que la otra vez: salmón ahumado y ensalada para los dos, parrillada para compartir y dos helados, el mío esta vez de fresa y el suyo, como la otra vez, de vainilla.
Por la tarde, fuimos al Rockefeller. Un centro comercial, bueno en realidad son 19 edificios y todos son centros comerciales. Había de todo en ellos desde tiendas como en cualquier centro comercial hasta colecciones y exposiciones de todo tipo. También, había algún que otro evento. Aprovechamos para comprar las cosas que necesitábamos y regalos para la familia.
- No me puedo creer todo esto. El viaje, el hotel, los sitios en los cuales hemos estado hasta ahora. ¿De verdad que no estoy soñando?- pregunté.
- ¿La otra vez estabas soñando? No, ¿verdad? Entonces esta vez tampoco estás soñando.- dijo Jordi.
Le besé con pasión y esa pasión nos inundó tanto a los dos que acabamos perdiéndonos entre las sábanas.
- ¡Vamos, arriba!- gritó Jordi.
- ¡Cállate o te tiraré algo a la cabeza!- grité, intenté no reírme.
- Eh, ¿y esos ánimos?- preguntó.
No pude evitar reírme.
- Tonto, es broma. ¿Cómo te voy a tirar yo algo a la cabeza? Con lo que yo te quiero y con lo agradecida que estoy por todo lo que haces por mi.- respondí.
- ¿Cómo lo de ayer?- preguntó Jordi.
- ¿Lo de por la mañana, tarde o noche?- pregunté.
- Todo, pero especialmente por la noche.- contestó él.
- Puede que sí, puede que no que este agradecida por ese tipo de cosas.- dije.
- Vamos que es que sí, te gusta lo que hacemos por las noches.- dijo él.
No pude evitar reírme.
- Bueno, ¿dónde vamos?- pregunté curiosa.
- Al zoo, sí, al zoo del Bronx.- respondió.
- ¡Me encantan los animales!- grité entusiasmada.
Pasamos una gran mañana en el zoo. Después fuimos a comer y Jordi, por la tarde me llevó al Jardín Botánico. Este día se puede decir que se lo dedicamos a la naturaleza.
Por la noche, nos dimos un festín de comida en el hotel ya que era Nochebuena. Y acabamos bailando.
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