martes, 7 de enero de 2014


                   Te haré perder el control

                                                       Capítulo 2
*Este capítulo va dedicado a la mejor hermana del mundo, Lu. Porque gracias a ella todo va mejor y porque ella me apoya en todo y me hace luchar. Pequeña, que te quiero con todas mis fuerzas. Gracias, millones de gracias por todo.*

Ya han pasado dos días desde la fiesta en la que vi a Mireia y desde aquel día, no tenía noticias de ella. Cogí el teléfono y miré si tenía algún Whatsapp, pero nada. Nada de nada. Ni siquiera de Sergio. Ni siquiera de mi madre. Ni de mi hermano. Y mucho menos de Mireia. Entonces, decidí hablarla. Busqué su perfil y cuando estaba a punto de escribirla, oí una noticia en la televisión: ‘Mireia Belmonte, la mejor nadadora de España hoy entrenando ha sufrido un fuerte golpe.’ Mi corazón, en ese preciso instante, se quebró. No me lo podía creer. Tenía que saber como estaba.

Rápidamente le escribí a Sergio: ‘Hey, ¿has oído lo de Mireia en las noticias?’

A los pocos segundos, Sergio me respondió: ‘Sí, está ingresada en el hospital de Sant Joan de Déu.’

Le contesté a Sergio: ‘Me cambió y voy a tu casa, necesito ir a verla. Necesito saber como está. Hasta dentro de un momento.’

Sergio a los segundos me contestó: ‘Ok, ahora te veo.’

Me vestí lo más rápido que pude y me encaminé a casa de Sergio.

- Conduces tú, que como comprenderás yo estoy muy nervioso y como nos demos un golpe…- dije cuando Sergio me abría la puerta.

Ni siquiera le di tiempo a contestar y le tiré del brazo hasta llegar a su coche. Nos montamos y nos pusimos rumbo al hospital.

- Enfermera, necesito saber donde está Mireia Belmonte ingresada. Soy Jordi Alba, su amigo. Él es Sergio Busquets, un amigo mío y de la señorita.- dije nervioso.

- Tranquilícese, la señorita Belmonte está ingresa en la segunda planta, pasillo uno, habitación dieciocho.- dijo la enfermera.

Memoricé lo que me dijo y allí que fui junto con Sergio.

- Mireia, ¿qué tal estás?- pregunté entrado en la habitación.

- Hola, Jordi, estate tranquilo, no es nada, en dos días me dan el alta, solo me han hecho unas cuantas pruebas y me han dicho que no tengo nada, que mañana me hacen las últimas y que si no tengo nada, descanso mañana y pasado me dan el alta.- dijo ella sonriendo.

Nunca perdía la sonrisa.

La abracé fuertemente.

- No quiero que te vuelvas a hacer daño. Lo paso tan mal…- dije.

- No pasó nada, Jordi. Pronto estaré de nuevo nadando y compitiendo en la Copa del Mundo. Por cierto, en la habitación dieciocho me ha tocado.- dijo ella guiñando el ojo.

Solté una carcajada. Siempre tan divertida. Siempre viéndole el lado bueno a las cosas.

Volví a casa más tranquilo. Mireia estaba bien. Creo que en el hospital se me notó demasiado bueno y enamoradizo con ella… Si se ha dado cuenta, ay, que vergüenza.

- Hey, Jordi, mañana a las 10:00 en la ciudad deportiva.- dijo Sergio mientras que me bajaba del coche.

- Sí, no faltaré.- dije.

- Y no bebas esta noche.- dijo Sergio fulminándome con la mirada.

Asentí.

Yo siempre he sido puntual, nunca he faltado a ningún entrenamiento, incluso cuando he tenido muchísimo sueño, cuando he tenido tanta fiebre, después siempre me han mandado a casa, pero no falté en ir hasta allí, he sido siempre muy trabajador y nunca he ido bebido al trabajo. No sé porque Sergio me salta con estas ahora si siempre he sido profesional en estas cosas, si es cierto que a veces bebo alguna copa en alguna fiesta, pero no es lo habitual. Últimamente está muy raro este tío. ¿Se cree que me voy a poner mal por Mireia? Si es verdad que he estado mal de ánimo por lo de Mireia, pero siempre lo doy todo en los entrenamientos y soy profesional. Hay veces que no le entiendo.

Por la mañana:

- ¡Buenos días Jordi!- dijo Sergio gritando.

- Hey, baja el volumen, no pegues gritos.- dije.

- ¿Qué pasa? ¿Has bebido?- preguntó él.

- No, pero sabes perfectamente que no soporto tus gritos.- dije mal humorado.

- Bueno, no te enfades, solo quería darte alegría ya que como estás un poco mal por lo de M…- dijo Sergio.

- Shhhh, no digas su nombre. No quiero que nadie se entere.- dije.

- ¿De qué nos enteremos de qué Jordi?- preguntó Víctor.

- Ya estás espiando, ¿Valdés?- pregunté.

- No, solo pasaba por aquí y escuché.- respondió.

- Vamos, que pusiste la oreja, como normalmente haces.- dije.

- Nada, que le gusta Mireia, la nadadora.- dijo Pedro.

- ¿Sergio lo contaste tú?- pregunté.

- Bueno, yo…- dijo Sergio.

- Vamos, que se lo has contado. ¿Quién más lo sabe?- pregunté.

- ¡Todo el equipo!- exclamó Pedro.

Me quedé con la boca abierta.

- ¡Yo te mato!- grité.

Sergio salió corriendo.

- ¡Qué vengas aquí, Sergio Busquets Burgos!- grité enfurecido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario