¿Alguna vez has visto una foto de tu ídolo y has sonreído tanto que te has sentido idiota? Cuando era pequeña mi madre me dijo que un chico me haría llorar, pero jamás pensó que sería un equipo de fútbol. La distancia no es un problema si las ganas de cumplir tu sueño es mayor. No existen límites para soñar. No pido que admires a quien yo admiro, pero si que le respetes. Mis héroes no llevan capa ni máscara, solo se dedican a algún deporte.
viernes, 10 de enero de 2014
Te haré perder el control
Capítulo 5
*Este capítulo se lo dedico a Jordi Alba y Mireia Belmonte, mis ídolos, mis héroes, los protagonistas de esta novela porque, claro está, que sin ellos la novela no se hubiese podido hacer. Yo los admiro y me gustase que acabasen juntos, yo los veo juntos, pero ahora que se supone que Jordi tiene novia, veo complicado que salgan y después de lo que dijo Mireia de que ahora no puede tener novio porque no tiene tiempo, pero aun así, mis ganas y mi pasión por escribir me ha llevado a hacer esta novela.*
Narra Jordi:
¿Ella había dicho eso? ¿De verdad lo había dicho? ¿Ella estaba sintiendo lo mismo que yo? Sentí un pequeño revoltijo de emociones. Sonreí involuntariamente.
- Jordi, todavía es pronto para empezar algo serio. Deberíamos conocernos poco a poco y con el tiempo, decidiremos lo que pasa con nuestra extraña relación.- dijo Mireia.
Yo asentí.
- Me parece bien.- pronuncié.
Mireia sonrió.
- Mañana iré a verte nadar.- dije.
- Nado los 5000 metros libres.- dijo Mireia.
- ¡Joder!- exclamé.
- Para que vayas sabiendo de natación y lo duro que es. Este cuerpo no lo tiene cualquiera.- dijo Mireia.
Ella si que sabía como provocar.- pensé.
- Por cierto, el día 28 viajo a Madrid que el día 29 me dan el premio de la Real Orden del Mérito Deportivo. Y el día 30 por la mañana me dan un premio por mi reconocimiento a mi trayectoria deportiva en Barcelona.- dije.
- ¿Cuánto tiempo voy a estar sin verte?- pregunté.
- Buf, tranquilamente no nos veremos hasta navidades, porque me espera dos meses muy moviditos.- contestó ella.
- Puedo esperar. ¿No dicen que lo bueno se hace esperar?- dije.
- Por supuesto que sí.- dijo Mireia sonriente.
Día 27: Mireia nada los 5000 metros. Consigue un buen tiempo. Además, Jordi acudió a verla.
Día 28: Viaja a Madrid.
Día 29: Recibe el primero de la Real Orden del Mérito Deportivo.
- ¡Por fin puedo estrecharte entre mis brazos!- exclamé.
Narra Mireia:
Después de todo lo que ha pasado esta semana, estar ahora en los brazos de Jordi me resultaba muy tranquilizador.
- ¿Sabes ya cuando nadas la Copa del Mundo?- preguntó Jordi.
- Sí, los días 5 y 6 de Noviembre en Singapur, los días 9 y 10 de Noviembre en Tokio y los días 13 y 14 de Noviembre en Pekín.- respondí.
- ¿Qué pruebas nadarás?- preguntó.
- Los 200 metros libres, los 800 metros libres, los 200 metros estilos (50 mariposa, 50 espalda, 50 braza y 50 crol), los 400 metros libres, los 100 metros libres, los 400 metros estilos (100 mariposa, 100 espalda, 100 braza y 100 crol) y los 200 metros mariposa.- contesté.
- ¿Qué tal la gala de esta mañana?- preguntó Jordi entusiasmado.
- ¡Genial! Ha sido un no parar, pero me ha encantado. He recibido un reconocimiento a mi trayectoria deportiva.- respondí sonriente.
- ¡Me alegro!- exclamó Jordi.
- En cuanto a ti, espero que pronto estés recuperado, puedas volver a jugar y que todos podamos disfrutar de tu juego y de tus goles. Y sobre todo, pueda ir a verte al Camp Nou.- dije.
- Eso espero.- dijo Jordi.
- Me ha contado un pajarito que la recuperación va a durar menos de lo previsto.- dije.
- ¿Ese pajarito puede ser Xavi?- preguntó Jordi.
- Puede.- contesté.
- Vamos, que ha sido Xavi. Y sí, puede durar menos de lo previsto.- dijo Jordi.
- Me alegro tanto.- dije dándole un gran abrazo a Jordi.
En sus brazos me sentía muy segura, me sentía tranquila, sentía muchos sentimientos a la vez, me sentía diferente que cuando abraza a otra persona. Tal vez sentía amor. Fuese lo que fuese, este sentimiento cada día era mayor.
Jordi me besó. El segundo beso que nos dimos. Este beso fue dulce, duradero, profundo, me llegó al corazón. Una lágrima recorrió mi mejilla, Jordi se dio cuenta.
- ¿Qué pasa?- pregunto él.
- Nadie antes me había besado de esta forma. Nadie me había besado pacientemente, profundamente, dulcemente…- respondí.
Él me abrazó. Fue uno de esos abrazos que expresan que todo va a estar bien.
- ¿Mañana y pasado podremos estar juntos?- preguntó él.
- Sí, tengo que entrenar, pero podremos estar juntos antes de que me vaya a Singapur.- contesté.
Al día siguiente:
Después del entrenamiento, me preparé para recibir a Jordi en mi casa. Teníamos una cita. Estaba nerviosa. Los nervios estaban empezando a poder conmigo.
- Buenas, preciosa.- dijo Jordi nada más abrirme la puerta.
Yo sonreí.
- Espero que hayas cumplido la promesa de no cocinar nada porque quería cocinar yo.- dijo él.
- Lo he cumplido. Solo he preparado algo para picar y las bebidas.- dije.
Él se encaminó hacia la cocina.
- ¿Qué quieres que te haga?- preguntó Jordi.
Me quedé pensativa.
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