Te haré perder el control

                                            Capítulo 3

*A mis leshuginas, a mis leshugas con flow (son unas amigas mías) que las quiero mucho, gracias por apoyarme en todo. A pesar de que no vayáis a leer esta dedicatoria, os quiero aunque vosotras ya lo sabéis.*

- ¡Jordi!- oí a alguien exclamar.

Me giré y para mi sorpresa era Mireia.

- ¡Mireia!- exclamé alegremente.

- Bueno, ahí está su princesa, como él dice, parece que está bien- cuchicheó Sergio con Pedro y Víctor.

- ¡Qué te calles ya, Busquets!- grité.

- ¿Qué pasa?- preguntó Mireia.

- Nada, tonterías. ¿Cómo es que ya te dieron el alta?- pregunté.

- Me han dicho que no tengo nada, que estoy perfectamente, que ya puedo entrenar, han estado haciéndome las dos pruebas que les quedaban esta noche y después he descansado. Pero ya a estas horas no puedo entrenar.- contestó Mireia.

- Bueno, pues si me permites, yo si que tengo que entrenar.- dije sonriendo.

Ella sonrió.

Narra Mireia:

Su sonrisa. Esa dulce sonrisa que me estaba produciendo una sensación que no sentía desde hace mucho. Recuerda Mireia, dijiste: ‘no tengo tiempo para novio’ y es que es verdad, no tengo tiempo, no quiero estar haciéndome ilusiones, Jordi es solo un amigo, yo a él no le gusto, no soy su tipo, ya me lo dijo Xavi en su día.

Narra Jordi:

Oía como Víctor, Pedro y Sergio susurraban, me miraban a mi y a Mireia.

- Pues hacen buena pareja.- dijo Víctor.

- Estaría bien que Jordi tuviese novia y saliese con nosotros en plan parejitas.- dijo Pedro.

- Los niños serían bien bonitos, Mireia es guapa y Jordi, bueno, es Jordi.- dijo Sergio.

No sé como no iba, le plantaba la mano en la cara y le dejaba marca. Que chico este.

- Mira, mira, como se esfuerza para que Mireia le mire más.- dijo Sergio.

Víctor y Pedro asintieron.

Me acerqué a ellos.

- Dejadme ya en paz.- dije seriamente.

- Dila que te gusta, venga.- dijo Sergio.

- Ni loco, se que no le gusto.- dije.

- Pues intenta conquistarla.- dijo Pedro.

- A trabajar, chicos. Menos cháchara.- dijo el entrenador, Tata.

- Xavi, tengo que hablar contigo.- dije.

- ¿Qué pasa Jordi?- preguntó él.

- Tú eres un buen amigo de Mireia, hablas mucho con ella. ¿Alguna vez me mencionó?- pregunté.

- Bueno, no debería decirte esto, pero ella me preguntó una vez quien te gustaba y como yo no lo sabía, le dije que ella no era tu tipo.- respondió.

- ¡BIEN XAVI, LA LIASTE! Así que si preguntó eso es porque yo le gusto o le parezco atractivo o algo, ¿no?- dije.

- Lo más probable, pero no te hagas ilusiones. De todos modos, habla con ella.- dijo Xavi.

- Lo voy a intentar, pero sabes que me da mucha vergüenza hablar de mis sentimientos.- dije.

Acabó el entrenamiento y me fui con Mireia a una cafetería.

- Bueno, ¿qué quieres pedir?- pregunté siendo amable.

- Un café, para despertarme porque tengo un poco de sueño.- respondió ella.

- ¿Solo, con leche?- pregunté.

- Con leche.- respondió ella.

- Vale, yo tomaré otro.- dije y llamé al camarero para pedir lo que habíamos hablado.

Narra Mireia:

Sentí como mis piernas temblaban, como mi respiración iba acelerada, como el pulso me temblaba mientras cogía mi taza de café, tomé un sorbo, despacio, ligero. El café estaba caliente, un poco más y me quemo. Mireia, estás nerviosa y la vas a liar. Control.

- ¿Te pasa algo? Te notó callada y temblorosa…- preguntó Jordi.

- Nada, tan solo tengo frío, por eso tiemblo. La verdad es que no sé porque estoy callada.- respondí.

Jordi se levantó de su silla y se quitó la chaqueta, la puso sobre mis hombros y me dio un cálido y tierno abrazo. Pude oler su aroma.

- ¿Mejor?- preguntó Jordi mientras volvía a su asiento.

- Sí.- respondí sonrojándome.