miércoles, 11 de junio de 2014

                                   ¿Y si no es así?

{Esto es un fan-fic escrito por mi sobre Milan Piqué y Lia Fàbregas. Nada de esto es real}

- ¡Lia Fàbregas Semaan!- gritó Milan con su voz adorable, sí, todas las mañanas igual, gritaba mi nombre completo por el pasillo para captar mi atención y lo único que hacía era irritarme.

- ¡Milan Piqué Mebarak!- grité haciéndome la entusiasmada.

Milan era mi mejor amigo, pero no soportaba sus gritos por la mañana y menos con mi nombre al completo. Prefería Lia, simplemente Lia.

Me abrazó y a continuación, entramos a clase.

- Toca historia a primera.- dije intentando sonar animada.

- ¡Qué bien!- dijo Milan sonando irónico.

Intentaba explicarle a Milan los ejercicios de mates tras la clase de historia.

- Milan, cuando te esté hablando, por favor, mírame.- dije molesta.

- ¿Qué pasa?- preguntó él haciéndose el tonto.

- Sabes perfectamente lo que pasa. Siempre estás mirando a otras mientras te hablo y pasas de mi.- dije enfadada y apoyando mis codos de forma brusca sobre la mesa.

- ¿Estás celosa?- preguntó él soltando una risita.

- No, no lo estoy.- contesté.

- Oh, vamos, lo estás, se te nota en la mirada y en el tono de voz.- dijo él riendo de nuevo.

- Sabes que no siento nada por ti, así que, ¿por qué debería estar celosa?- pronuncié apartando la mirada.

- Venga, tonta, no seas así, si yo te quiero.- dijo él.

Me levanté de la mesa porque él no se tomaba las cosas en serio. Esta era una de las cosas que me molestaban de Milan.

Milan se acercó y me intentó abrazar, me aparté y le miré fijamente a los ojos.

- ¿Qué pasa?- pregunto él.

- No te tomas las cosas en serio.- respondí suspirando enfadada.

- Sabes que sí.- dijo serio.

- No, Milan. Estoy intentando explicarte los ejercicios y te dedicas a ligar. Comprendo que seas guapo, que te guste ligar y todo eso, pero te pido por favor que cuando te esté explicando algo no ligues. Además, te digo que no siento nada por ti y sigues pensando que sí, Milan si te digo yo misma que no siento nada, no siento nada y ya está.- dije.

- Te molesta siempre todo.- dijo él cruzándose de brazos.

- Todo no, Milan. Me molestan ciertas cosas que deberías tomarte más en serio.- dije.

Milan no pronunció nada más y se sentó. Me senté al lado ya que mi sitio en clase era a su lado.

- Venga, tonta, no te enfades.- dijo él susurrando en mi oído.

Solté una pequeña risita.

- Te encanta esto.- dijo él volviendo a susurrar en mi oído.

Giré mi cabeza y me quedé mirándole fijamente.

- Eres un tonto, pero eres mi mejor amigo.- dije entre risas.

- Tú eres mi mejor amiga y prometo no volver a ser un pasota.- dijo él entre risas.

- Dilo serio.- dije yo.

Milan volvió a repetir las mismas palabras, pero esta vez serio.

Tras varias semanas sin nada nuevo:

Milan cogió mi mano y como cuando éramos pequeños, empezó a trazar líneas con sus dedos por la palma de mi mano.

- ¿Te acuerdas cuando te prometí que siempre seríamos mejores amigos?- preguntó él.

- Me acuerdo y por ahora sigues cumpliendo tu promesa.- respondí.

- Tenemos 16 años y ya han pasado 10 años desde aquello, hemos pasado peleas como las de ahora- dijo él parándose para soltar una pequeña risita- alegrías, llantos sobre todo por carreras perdidas o por caídas, nuestros primeros novios con 14 años, pero lo más importante es que fue una promesa estúpida de niños de 6 años que aún dura y no puedo creerlo. 10 años, Lia.- dijo él mirándome con sus ojos negros brillantes.

- 10 años, Milan. 10 maravillosos años de amistad.- dije mirándole con mis ojos marrones.

- Vale, me he puesto sentimental.- dijo Milan dijo riendo.

- Creo que yo también.- dije riendo.

- Pero tengo algo que contarte.- dijo él.

- Adelante.- pronuncié yo.

- Voy a hacer mi primer entrenamiento con el primer equipo del Barça.- dijo él con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡Enhorabuena!- exclamé yo abrazándole.

Tras pasar dos años. Milan debutó con el primer equipo del Barça, él era lateral derecho, de los mejores que he visto. Hizo un grandísimo debut. Tras pasar cuatro o cinco partidos, marcó su primer gol con el Barça y allí estaba yo, en las gradas, gritando su gol como si fuese el gol más importante en la historia del Barça. Estaba orgullosa de mi mejor amigo, de lo lejos que había llegado.

Le esperé tras acabar el partido y le di un grandísimo abrazo.

- ¡Ha sido genial el gol Milan!- grité entusiasmada.

- Otro día para recordar después de mi debut.- dijo él sonriendo.

- Y habrá más días así.- dije.

- Lia, tengo que decirte algo.- dijo él.

- Adelante.- dije sonriendo.

- Los años pasan, pero sigues siendo igual. Siempre contestándome con una sonrisa y con tu “adelante”- dijo él.- Bueno, he conocido a alguien y he empezado con ella una relación.- dijo él.

- Yo también he empezado una relación con alguien.- dije sonriendo.

- Enhorabuena.- dijo él.

- Igualmente.- dije yo.

- ¿Nos vamos?- preguntó David.

- Sí.- dije sonriéndole.- Él es la persona de la cual me he enamorado, Milan. Se llama David y le he conocido en clase, va al mismo bachiller que yo.- dije recogiéndome un mechón de pelo.

- Mi chica se llama Sofía, estoy muy contenta con ella. Mi historia con ella es algo típica, la conocí en el parque haciendo deporte.- dijo él.

- Que te vaya bien, Milan. Espero que quedemos y que siga perdurando esta amistad, también que ambos podamos seguir disfrutando de tus logros con el Barça.- tras decir esto, besé su mejilla.

- Te quiero mejor amiga.

- Te quiero mejor amigo.

Ambos sonreímos.

Todos piensan que tendríamos que amarnos y estar juntos. ¿Y si no es así? ¿Y si solo somos amigos y no hay nada más? Tal vez, puede que algún día lleguemos a estar juntos porque sintamos algo, pero de momento, lo que sentimos ambos es amistad, una simple y bonita amistad, de la cual nuestros novios no tienen porque tener celos.