¿Alguna vez has visto una foto de tu ídolo y has sonreído tanto que te has sentido idiota? Cuando era pequeña mi madre me dijo que un chico me haría llorar, pero jamás pensó que sería un equipo de fútbol. La distancia no es un problema si las ganas de cumplir tu sueño es mayor. No existen límites para soñar. No pido que admires a quien yo admiro, pero si que le respetes. Mis héroes no llevan capa ni máscara, solo se dedican a algún deporte.
jueves, 21 de agosto de 2014
Sube la temperatura
Capítulo 11
*Holaaa. Hoy os traigo el capítulo 11, espero que os guste y que comentéis acerca de la novela. Si os gusta esto, si lo otro no, que comentéis es importante para mi para saber que os gusta y que no. ¡Gracias por leer!*
Pasaron los días y llegó el 21 de Junio, el día que Alemania jugaba contra Ghana.
Alemania empató con Ghana a 2. Yo estaba en el terreno de juego y me tocó hacer algunas entrevistas. Mats se paró para que le entrevistase.
Me llegó un mensaje:
Hoy hemos empatado, así que no hay fiesta en el hotel, nos han mandado a descansar por lo que hoy no nos veremos. ¿Te gusta que me pare siempre a atenderte la entrevista?
Le respondí:
Puedo esperar para verte. Sí, me gusta, pero no te pares siempre, no quiero que nadie sospeche. De mi gente solo sabe Natalia lo de las citas y la apuesta.
Me respondió a los pocos minutos:
Vale, señorita Laia. Todo mis compañeros de equipo lo saben. Solo jugadores.
Estaba incrédula. Le respondí:
¿Todos? ¡Qué vergüenza!
Mats contestó:
Eres famosa entre nosotros, señorita Laia. Pero tranquila, soy todo un caballero y no he contado nada de nuestra noche, sigue siendo un secreto entre tú y yo.
Le respondí:
Y entre Natalia, ella al ver que no volví por la noche se imaginó que estuvimos en materia y que me quedé a dormir. Ella sabe como sacar información.
Mats dijo:
Espero que no cuente nada de nuestra noche loca. Por cierto, a ver cuando puedo volver a ser tu papasito Mats Hummels.
- ¿Papasito? ¿En serio ha dicho eso?- preguntó Natalia.
- No espíes mis conversaciones, Natalia.- dije empujándola mientras me reía.
- Vale, vale, pero no hace falta que me empujes.- dijo ella también riendo.
- Vete a tu cama, Natalia.- dije.
- Esto de compartir habitación contigo es bueno.- dijo ella riendo.- Me entero de todo lo que te pasa con Mats.
La miré con cara de asesina.
- No me vayas a matar, por favor. Resérvate para ser la mamasita de tu Mats Hummels.- dijo ella riendo.
- Anda a dormir Natalia.- le dije intentando sonar seria, pero no pude reprimir la risa.
- Quieres ser su mamasita, no lo niegues.- dijo Natalia cayéndose en la cama de la risa.- Oye, Laia, si de verdad tienes dudas, ¿por qué te acostase con él?- preguntó ella.
- Porque quería probar como era él en la cama y me ha gustado.- dije soltando una risita.
- No te ha gustado, te ha encantado. Sal con él, Laia, no lo pienses más, arriésgate ya, no esperes a que gane el Mundial.- dijo ella.
Le escribí a Mats:
Tengo que decirle señor Mats que acepto a ser su mamasita desde ahora hasta que nuestra relación acabe aunque no quiero que eso ocurra. Sí, estoy aceptando tu petición de ser tu novia.
Sonreí.
- ¿Le has dicho que sí?- preguntó Natalia.
- Sí.- dije, hice una pausa.- Voy a intentarlo, no pierdo nada.- dije con una sonrisa de oreja a oreja.
Mats contestó:
No te vas a arrepentir. Por cierto, la apuesta se queda en unas vacaciones conmigo e irte a vivir conmigo a Dortmund porque una parte ya está hecha.
Yo le dije:
Pero tienes que ganar el Mundial, señor Mats.
Él respondió:
No te decepcionaré.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario