¿Alguna vez has visto una foto de tu ídolo y has sonreído tanto que te has sentido idiota? Cuando era pequeña mi madre me dijo que un chico me haría llorar, pero jamás pensó que sería un equipo de fútbol. La distancia no es un problema si las ganas de cumplir tu sueño es mayor. No existen límites para soñar. No pido que admires a quien yo admiro, pero si que le respetes. Mis héroes no llevan capa ni máscara, solo se dedican a algún deporte.
domingo, 31 de agosto de 2014
Sube la temperatura
Capítulo 16
*¡¡Ya estoy de vuelta!! Espero que no me hayáis echado de menos, ¡pero tranquilos ya estoy aquí y os traigo capítulo! El capítulo 16 para ser exactos, espero que os guste. ¡Y gracias por leer!
- Ya son las 6 de la tarde, creo que es hora de que me vaya.- dije.
- No, quédate un ratito más, solo un ratito más.- suplicó Mats poniendo cara de pena.
- Hasta las 7 y me voy porque si no cuando se empiece a hacerse de noche me da miedo volver y no creo que sea bueno pasar otra noche aquí porque pueden pillarnos.- dije.
- Hasta las 7.- repitió Mats.
Sonreí. Metí mis dedos entre su pelo. Estábamos desnudos, cadera con cadera en la cama.
- Nunca pensé que serías tan buena en la cama.- dijo Mats.
- Nunca pensé que podría acostarme contigo.- dije yo riendo.
- Eso es porque jamás pensaste que Mats Hummels estaba enamorado de ti, tampoco podías saberlo.- dijo él.
- ¿Cómo ocurrió? ¿Cómo te enamoraste de mi?- pregunté curiosa.
- Te vi por primera vez en un terreno de juego, el partido del Real Madrid contra el Borussia en Alemania.- respondió él.
- ¿Y qué te llamó de mi la atención?- pregunté.
- Que no eres como otras periodistas que se quedan embobadas con los futbolistas cuando están entrenando, si no que estabas completamente atenta a tu trabajo, nos mirabas, sí, pero de otra forma, como si fuésemos profesionales y no tíos buenos a los que contemplar.- contestó él, tomó aire y prosiguió- Me entrevistaste allí, ¿recuerdas? Más tarde, cuando fui a Madrid a jugar contra el Real Madrid, te vi en la televisión, hablabas de nosotros, pero no sé muy bien lo que decías, pero tu voz sonaba muy bonita y tierna. Después, te vi en el terreno de juego en España, de nuevo con tu micrófono, haciendo tu trabajo, la misma mirada, la misma chica. De nuevo me entrevistaste. Ni siquiera te conocía y ya creía haberme enamorado de ti.
- Sí, lo recuerdo. Te entrevisté dos veces. ¿Y por qué sabes tantas cosas de mi?- pregunté.
- Investigué mucho sobre ti, leí entrevistas tuyas con ayuda de un traductor, es lo bueno de ser futbolista.- rió- Tu amiga Natalia me ayudó con varias cosas más, la conocí en la discoteca, después de que saliese del baño con Koke.- volvió a reír.- Me dio tu teléfono, además del suyo y estuvimos hablando acerca de ti. Y antes, cuando supe que venías al Mundial y me dijeron que habría una fiesta que irían periodistas y futbolistas no me lo podía creer, era mi oportunidad y cuando te vi allí, no me creí que fueses tan maravillosa, tan perfecta, cuando pude hablarte, cuando pude ligar contigo, cuando obtuve tu teléfono…- dijo Mats con carita de niño.
- Gracias por tomarte tantas molestias en conquistarme, por quererme por como soy.- dije llorando.
- No llores, chica dura.- dijo riendo.
- El que se ha ablandado contando toda esa historia has sido tú, chico duro.- dije.- ¡Qué fama tiene Natalia con Koke!- dije riéndome.
- Les va mucho pasarse el día en la cama y no hablo de dormir.- dijo Mats riendo.
- Ahora nosotros nos parecemos ellos.- dije riendo.
- Pero no nos lo montamos en baños.- dijo él riendo.
- No me van los baños, donde esté una cama…- dije aún riendo.
No podía reprimir la risa, Mats tampoco.
- Ya son las 7, tengo que irme, señor Mats, no me eches mucho de menos.- dije sacándole la lengua.
- No me eches de menos tú a mi.- dijo él sacándome la lengua también.
Me levanté, me vestí bajo la atenta mirada de Mats y su nueva erección.
- Necesitas otra ducha.- dije riendo.
- Tu Mats Hummels está excitado.- dijo él riendo.
- Pues una ducha fría no le vendrá mal.- dije sacándole la lengua.
Mats pasó su mano alrededor de mi cadera y le besé.
- Adiós, Mi Mats Hummels.- dije riendo y salí por la puerta.
Llegué a mi hotel. Natalia me estaba esperando en la habitación leyendo un libro.
- ¿No deberías irte para pasar las vacaciones con Koke?- pregunté.
- Koke está en Brasil y ya estamos teniendo un poco de vacaciones, después de la final nos iremos unos días a la playa de Ibiza y él ya está descansando por aquí.- respondió ella.
- Me parece bien.- dije.
- ¿Qué tal con Tu Mats Hummels?- preguntó ella riendo.
- ¡Un día estupendo!- exclamé emocionada.
- ¿Cuántas veces hoy, eh pillina?- preguntó Natalia.
- Dos y con jueguecitos eróticos.- dije riendo.
- Cuéntame, no te lo calles.- dijo Natalia asombrada.
- No te voy a contar mis jueguecitos con Mats Hummels porque tú no me cuentas los tuyos con Koke.- dije.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario