martes, 19 de agosto de 2014


                       Sube la temperatura

                                                              Capítulo 9

*Siento no haberos puesto introducción ayer pero me tuve que ir nada más subir el capítulo. Espero que os gustase y espero que os guste este. Aquí aún están en fase de clasificación así que recordar que los hoteles y los bares siguen siendo los mismos, cuando acabe la clasificación dejarán de ser los mismos. Y que las risas con "Tu Mats Hummels" no sean muchas y si lo son que no sean tan descontroladas como las mías jaja porque yo no paro de reírme con esa tontería porque me lo imagino y no puedo. Si comentáis, genial. ¡Gracias por leer!*

Y dije:

Gracias por entenderlo, Mats. Yo a trabajar en una nueva entrevista.

Y ahora fue gracioso:

¿Me vas a volver a entrevistar? ¿No has tenido suficiente?

Me reí y le respondí:

Existen más futbolistas que tú, Mats Hummels.

Y él dijo:

Pero él único que puede ser tuyo, soy yo. Tu Mats Hummels se va a entrenar.

- ¡Esa sonrisita!- exclamó Natalia.- Tu Mats Hummels, ¿o me equivoco?- preguntó.

- No, no te equivocas, era Mats.- contesté.

- Se nota cuando hablas con él y cuando hablas con otra persona porque cuando hablas con él, esbozas una sonrisita y te ríes con cualquier cosita que te envía.- dijo Natalia.

- ¿Estás diciendo que estoy enamorada?- pregunté.

- No he dicho eso, pero si lo piensas es por algo.- dijo ella guiñándome un ojo.

- Oh, vamos, Natalia no insinúes nada.- dije.

- Se te ha visto el plumero, Laia.- dijo ella.- No le pierdas.

Desayuné en el bar con Natalia y me puse a trabajar preparando la entrevista que le iba a hacer a Lahm, capitán de la selección alemana, así que hoy me tocaría volver al hotel de la selección alemana y me tocará volver a ver a Mats.

- Me voy Natalia, me toca entrevista con Lahm.- le dije.

- Vas a volver al hotel donde está Mats, contrólate pillina, que no pase lo de anoche.- dijo ella.

- No estaría mal repetir lo de anoche.- dije riendo.

- Te has enamorado y lo sabes.- dijo ella.

- No inventes cosas, Natalia.- dije saliendo por la puerta de nuestro hotel.

Tardé 15 minutos en llegar en taxi desde mi hotel hasta el hotel de la selección alemana.

- Buenos días, vengo a entrevistar a Philipp Lahm. ¿Dónde se encuentra?- pregunté.

La recepcionista del hotel me señaló el mismo bar donde me entrevisté con Mats Hummels y antes de entrar allí, apareció él.

- Sabía que vendrías. Me dijo Lahm que vendría una chica española a entrevistarle y no tenía ninguna duda de que eras tú.- dijo Mats sonriendo de oreja a oreja.

Le di un beso en la mejilla.

- Nos vemos dentro de un rato.- dije guiñándole un ojo.

Entré al bar y le hice la entrevista a Lahm. Muy cordial y correcto en todo momento.

- ¿Quieres que te invite a algo?- preguntó Lahm

- Sí, estaría bien.- dije.

- ¿Qué quieres?- preguntó él siendo amable.

- Una coca-cola.- respondí.

- ¿Sabes? Mats me avisó que tu respuesta sería esa.- dijo riéndose.- Es tu bebida favorita.- dijo.

Nos pusieron las coca-colas y empezamos a beberlas.

- Parece ser que Mats de lo único que habla ahora es de mi.- dije riendo también.

- Está enamorado, se le nota en la mirada, se le nota cuando habla, se le nota cuando ríe, en todo momento piensa en cómo conquistarte, pero es un profesional y cuando toca trabajar es capaz de dejar todo eso atrás y eso le motiva.- dijo Lahm.

- No me cabe duda, pero yo no sé que sentir.- dije.

- Sabes que te está dejando espacio y tiempo para que te lo pienses, sin presiones, pero llegará un momento en el cual ya no aguantará más y le puedes perder.- dijo Lahm.

- Esas mismas palabras las pienso hora sí y hora también.- dije resoplando.

- Con calma, Laia.- dijo Lahm.

- ¿Qué tal estás hoy? ¿Cansada?- preguntó Mats con una sonrisita.

- Para nada, yo aguanto todo lo que me echen. Estás feliz, eh.- dije.

Lahm se terminó su coca-cola.

- Me voy, ten un buen día, señorita Laia.- dijo Lahm siendo amable.

- Igualmente Philipp.- dije siendo cordial.

- Claro que estoy feliz, no es un día cualquiera, he tenido una de las mejores noches de mi vida con una chica preciosa y he podido verla dormida a mi lado.- dijo con sonrisa de oreja a oreja.

Traía algo escondido tras la espalda.

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