sábado, 16 de agosto de 2014


                      Sube la temperatura

                                         Capítulo 6 

*Siento haber subido el capítulo tarde pero me puse a ver un partido, comí, están mis abuelos y entre una cosa y otra ya son las 4 menos 20. En fin, si comentáis se agradece, espero que os guste ¡Gracias por leer*

Los días pasaron, empezó el Mundial, Mats entrenaba con Alemania, yo estaba llevando a cabo mi trabajo: redactar las noticias de fútbol, preparar entrevistas con más futbolistas. No hablábamos porque ambos estábamos sumergidos en el trabajo, pero el día 15 de Junio recibí un mensaje:

Recuerda que si mañana ganamos contra Portugal, me debes un bailecito. Tu Mats Hummels. 

Solté una risita, aún se acordaba.

Primero gana y después lo hablamos.

Y unos segundos después recibí otro mensaje:

No hay nada que hablar, si sucede te llevo a bailar.

Cabezón como él solo, pero no iba a decirle que no.

Le conté a Natalia sobre la propuesta de Mats.

- Pues prepárate.- dijo Natalia sacándome la lengua.

Me reí.

- ¿Qué tal con Koke?- pregunté.

- Está con España así que no podemos pasarnos el día en la cama como dices tú así que nos dedicamos a hablar y hacer nuestro trabajo.- respondió Natalia.

Tras el partido de Alemania-Portugal en el cual Alemania ganó 4-0 y Mats marcó un gol, su primer gol con Alemania, me tocó entrevistar en el terreno de juego a Mats. Le pregunté sobre sus sensaciones en el partido, que si estaba feliz por su primer gol con Alemania, que le pareció el partido que hicieron, como vio a su rival.

GOOOOOOOOL DE TU MATS HUMMELS. Alemania 4-0 Portugal. Me debes un bailecito, chica dura. Por cierto, el destino quiso que volvieses a entrevistarme. 

Respondí:

¿Para cuándo ese bailecito chico duro?

No me quedaba más remedio que aceptar e ir a bailar con él.

A los pocos minutos me llegó otro mensaje:

Hoy mismo, vente a mi hotel, estamos celebrando la victoria frente a Portugal y me parece correcto que tú vengas a esta celebración. 

Y para allá que me fui, no podía decirle que no después de haber aceptado y de que él hubiese cumplido.

Mats me estaba esperando fuera del hotel y le dijo a los guardias que iba con él para que me dejasen pasar.

- He cumplido, mi bailecito.- dijo él.

- Pero tú bailas conmigo.- le dije.

Mats asintió con la cabeza.

Así que empezamos a bailar al ritmo del La La La de Shakira.

Narra Mats:

Me sigue pareciendo tan radiante como una estrella, tan fugaz como un suspiro, tan bella como un ángel y he de añadir que es una excelente bailarina, mueve sus caderas como si no le costase nada. Además, no intenta provocarte bailando, pero lo acaba consiguiendo sin quererlo.

Agarré su cintura y le sonreí, más tarde susurré en su oído:

- Me gusta como te mueves, era uno de tus mejores secretos, ¿verdad?- pregunté.

- Ya me viste bailar la otra noche.- respondió ella.

- No de esta forma tan provocadora sin ni siquiera querer provocar.- dije.

- ¿Quieres una coca-cola?- preguntó ella.

- Sí y creo que a partir de ahora será nuestra bebida favorita, ¿o me equivoco?- pregunté en un tono dulce.

- No te equivocas.- dijo ella sonriendo.- Ahora vuelvo.- dijo ella.

Bastian se acercó a mí.

- ¿Y qué te acabó pareciendo?- preguntó él.

- Es como pensé que era, tío. Es la chica que siempre quise para mi.- dije.

- Cuidado, no te vayas a pegar una hostia.- dijo Bastian riendo.

- ¿Qué?- pregunté.

- No vayas tan rápido, déjala espacio y sobre todo, ten en cuenta que ella no está acostumbrada a tratar de esta forma con un futbolista. No te adelantes, solo espera o te llevarás una decepción.- dijo Bastian.

- Gracias tío.- dije sonriendo.

Narra Laia:

Pedí dos coca-colas y en la barra estaba Thomas Müller. Estaba algo nerviosa. Me saludó y le devolví el saludo.

- Me han contado que eres Laia, la periodista deportiva española.- dijo él.

- ¿Cómo sabes tú eso?- pregunté confusa.

- Mats no para de hablar de ti, le tienes muy pillado.- dijo él riendo.

- Ah.- dije. No sabía que decir, estaba muy nerviosa y estaba temblando.

- Relájate, él te dejará espacio, a Mats no le gusta ir asustando a chicas y te quiere así que te protegerá y te cuidará, te tratará de la mejor forma posible.- dijo él tocando mi hombro.

- Es bueno saberlo.- dije.

- No le dejes escapar, no seas tan dura y dale oportunidades.

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