martes, 30 de septiembre de 2014


                        Sube la temperatura

                                           Capítulo 46

*¡Holaaa! Siento subir tarde pero la biología es kk y me entretiene demasiado y asquerosidad los deberes que mandan :c ¡Espero que os guste! Disfrutaaaar y ahora os subo post de gifs y fotos. ¡Gracias por leer!*

Narra Laia:

Empecé a recoger la mesa, mis padres también y fuimos juntos a la cocina. Marta, Jesús y Mats se quedaron en el salón.

- Es simpático y se le ve buen chico.- dijo mi madre dejando varios platos en el fregadero.

- No me gusta.- dijo mi padre, hizo lo mismo que mi madre.

- ¿Pero por qué?- pregunté.

- Te quiere llevar a Dortmund así porque sí.- respondió él.

- ¡Me quiere! ¡Y no vais a volverme a comer la cabeza como con Miguel! Quiero a Mats y sé que él no me va a fallar. Si pasa algo, tengo dinero para volver.- dije.

- ¿Y.. y si te pega?- preguntó mi madre.

- No puedo vivir toda mi vida con el miedo en el cuerpo. Lo he superado y vosotros deberíais ir superándolo. No todos son como Javier. Mats tiene los pies en el suelo.- me crucé de brazos.

- Javier los tenía…- dijo mi madre.

- Pero a Mats no le pasará lo mismo.- dije.

- No te vayas, por favor.- dijo mi padre.

- Es un riesgo que debo correr, papá.- dije.

- Te apoyaremos.- dijo mi madre.

Mi padre finalmente cedió.

Narra Mats:

Estaba más nervioso ya que Laia me había dejado a solas con su hermana y su cuñado.

- Oye, Mats. Cuídala bien, por favor. Mis padres se preocuparán muchísimo por ella.- dijo Marta.

- No te preocupes, la voy a cuidar muy bien y ella siempre tiene la opción de volver si no se encuentra a gusto en Dortmund. No tengo ningún problema con ello.- dije sonriendo.

- Pareces un buen tío.- dijo Jesús.

Sonreí.

Laia volvió de la cocina y traía tarta de fresa.

- La tarta de fresa es la favorita de mi hermana y a mi también me gusta así que mis padres la compraron.- dijo Laia relamiéndose.

Todos reímos.

- Les has caído bien.- dijo Laia soltando su bolso cuando llegamos a casa y quitándose los tacones.- Pero siguen con el temor en el cuerpo.- dijo ella apenada.

- Les haré ver que conmigo no tienen nada que temer.- dije

Rodee a Laia con mis brazos, me arrimé a ella y besé su cuello. Ella rió.

- No puedo resistirme a Mats Hummels.- dijo ella riendo.

Le guiñé un ojo. Seguí besando su cuello. Fuimos caminando poco a poco hasta su habitación. Su piso era amplio. Entrabas y tenías el salón con una bonita terraza, desde donde ella vivía se veía gran parte de Madrid. Tenía un pasillo que conducía hacia su habitación con su baño, dos habitaciones más, otro baño y la cocina al final del pasillo.

Laia se tumbó en su cama.

- Ven aquí, señor Mats y sé mi papasito esta noche.- dijo ella soltando una risita.

Me acosté sobre ella mientras que le quitaba su vestido y le besaba el cuello, seguía dándole besos hacia abajo. Ella besaba mi cuello y enredaba sus dedos entre mi pelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario