Sube la temperatura
Capítulo 22
*¡Holaa! Os traigo el capítulo 22, espero que os guste. Y bueno quería deciros que espero que todo lo que estoy subiendo os guste, las fotos, gifs, la información, la novela en sí... Estaría bien que me dijeseis lo que os gusta y lo que no os gusta para tenerlo en cuenta. Y podéis comentar la novela conmigo en mi twitter o ask en anónimo si os da vergüenza, recordar que tenéis mi twitter y ask en la barra de la derecha. ¡Gracias por leer!*
- Te toca entrevistar a Mats.- dijo Bea dándome una carpeta con toda la información.
- Seguro que es porque fue el que marcó contra Francia.- dije sonriendo a Natalia.
Asentí.
- ¿Y a qué esperas?- preguntó Natalia.- Con hoy serán 3 días seguidos viéndole.- dijo ella guiñándome un ojo.
Me dirigí al hotel de Mats y cuando estuve allí le pregunté al recepcionista que dónde estaba Mats, él me señaló una salita, me extrañó que quisiera que le entrevistase ahí y no en el bar del hotel como habíamos hecho antes en el otro hotel.
- Sabía que eras tú la que venías a hacer la entrevista, eres la única periodista española que anda entrevistándonos.- dijo Mats, hizo una pausa.- Me toca a mi de nuevo porque marqué el gol, ¿no?- preguntó.
- Acertaste.- respondí sonriendo.- ¿Y por qué elegiste este sitio?- pregunté.
- Para que ninguno de mis compañeros intentase cotillear porque son muy cotillas, aquí estaremos más tranquilos.- contestó él
Sonreí. Empecé a hacerle varias preguntas que él contestó sonriendo y siendo muy atento en todo momento conmigo, haciéndome sentir bien.
- Espero que esta entrevista la edites también como la otra.- dijo sonriendo.
- ¿De verdad te gustó? Nunca me habían dicho eso.- respondí dedicándole una sonrisa.
- Sí, eres muy buena periodista. Pues deberían de decírtelo más a menudo.- dijo él.
- ¿Y ahora qué?- pregunté.
Él no dijo nada, se levantó y me besó acariciando mi espalda y revolviendo mi pelo.
- Que te quiero, eso es lo que hay ahora.- dijo él sonriendo.
Una camarera trajo unas coca-colas con unas aceitunas mientras Mats volvía a su asiento.
- ¿Y esto?- pregunté.
- Brindemos, por nosotros.- dijo Mats levantando su vaso.
- Por nosotros.- dije levantando mi vaso y chocándolo con el de Mats.
Sonreí de oreja a oreja.
- Te quiero, Mats.- dije sonriéndole.
Estaba algo nerviosa y Mats lo notó.
- Relájate y disfruta del placer de mi compañía. Joachim me ha dejado hacer esto, creo que me lo he ganado.- dijo guiñándome un ojo.
Así que le hice caso, me relajé. Tomé una aceituna bajo la atenta mirada de Mats y no pude reprimir la risa.
- Pero hoy no hay cama, no puedo ser tu mamasita.- dije.
- Hoy toca descansar y relajarse, yo tampoco puedo ser Tu papasito Mats Hummels- dijo Mats sonriéndome.
Bebí de mi coca-cola.
- De acuerdo, todo para que hagas un buen partido frente a Brasil en semis.- dije guiñándole un ojo.
- Prometo hacer un buen partido.- dijo él.
Mats cogió mi mano y hacía pequeños círculos en ella mientras yo me dedicaba a tomar otra aceituna.
- Un anillo de compromiso y luego un anillo de casada quedarían fantásticos en tu mano.- dijo Mats soltando una pequeña risita.
- Todo a su debido tiempo.- dije sonriendo.
- Puedo esperar, señorita Laia.- dijo él sonriéndome.
Me alegraba de que él no pusiese ningún reproche y esperase por mí.
- Tengo que irme, Mats.- dije.
- Siempre te vas y acabo echándote de menos.- dijo él.
- Hay veces en las que la gente se tiene que despedir y es nuestro caso. Nos volveremos a ver, no llores.- dije riendo.
- Los chicos duros no lloramos, señorita Laia.- dijo él.
- Bueno, lo dice él que se deja dominar en la cama.- dije.
El se rió.
- Seguramente ya nos veremos en las semis.- dije.
- ¿Me entrevistarás?- preguntó.
- Solo si la ocasión lo requiere.- dije sonriendo.
Me acerqué a él, rodee su cuello con mis manos y él rodeo mi cintura, le besé, sentí su lengua encajar dulcemente con la mía.
Narra Mats:
Cada beso que me daba era mejor aún, cada vez mejoraba más cada beso. La vi alejarse con paso ligero, se la notaba feliz y eso era lo importante.
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