¿Alguna vez has visto una foto de tu ídolo y has sonreído tanto que te has sentido idiota? Cuando era pequeña mi madre me dijo que un chico me haría llorar, pero jamás pensó que sería un equipo de fútbol. La distancia no es un problema si las ganas de cumplir tu sueño es mayor. No existen límites para soñar. No pido que admires a quien yo admiro, pero si que le respetes. Mis héroes no llevan capa ni máscara, solo se dedican a algún deporte.
viernes, 12 de septiembre de 2014
Sube la temperatura
Capítulo 28
*¡Holaaaa! Bueno, os traigo el capítulo 28 espero que os guste, si comentáis genial. ¡Graacias por leer! Y a ver si después puedo subir post de fotos o gifs y tengo libre todo el fin de semana por lo que si no subo hoy post de fotos o gifs, lo subiré mañana o el domingo :)*
Pasaron los días y llegó el día de la final. 13 de Julio. Mats me estuvo contando estos días como se sentía. Estaba nervioso, pero preparado. Le dije que se tranquilizase que si no los nervios podrían jugarle una mala pasada, que los nervios en estas situaciones no eran buenos y parece que me hizo caso. Durante el partido estuve en la parte de los reporteros justo al lado del campo, la tensión se podía notar en el temblor de mis manos, mis uñas estaban pagando caro los nervios. ¡Y GOL DE MARIO GÖTZE! Grité el gol. Varios periodistas me miraron raro, pero me daba igual. Mats miró hacia mi y me guiñó el ojo, yo hice lo mismo. ¡Me iba de vacaciones con él y a vivir a Dortmund!
Ver a Mats con la copa fue orgullo, era mi campeón, se hizo fotos y fotos y más fotos. Le entrevisté a él y a los demás jugadores como Götze, el goleador de la noche, a Neuer, a Boateng, a Mertesacker, a Podolski, a Höwedes, a Khedira, a Özil. Fui uno a uno.
Mats mandó a un guardia de seguridad para que me diese su camiseta. La agarré con fuerza y sonreí.
En la fiesta que va a haber esta noche quiero que estés tú, ponte mi camiseta, después viaja para España, descansa el 14 y el 15, prepara de nuevo la maleta y el día 16 viajo a España y nos vamos a las Fiji.
Contesté a los pocos segundos:
Estoy muy orgullosa de ti, campeón. ¡Enhorabuena! Disfruta muchísimo de esa copa. No bebas mucho, no vayas a decir tonterías. Y descansaré para poder estar contigo en las Fiji al 100% Por supuesto que voy a acudir a la fiesta y con tu camiseta. ¡Suerte que me diste una limpia! Me queda bastante grande jajajaja
Después de que la fiesta acabase en el campo, Mats me dijo que esperase en frente del pasillo que conducía a los vestuarios, pero antes de llevarme allí: me besó y sabía que si los días anteriores ningún paparazzi nos había visto por Brasil, en este momento todo el mundo nos había visto porque nos habían grabado. Miles de cámaras en el estadio y seguramente más de una se ha fijado en nosotros.
- Ahora todos sabrán que estamos juntos.- dije.
- Me importa una mierda los paparazzi hoy, solo quiero estar contigo.- dijo Mats.- Así que disfruta y ya está.
Me fui en frente del vestuario para esperar a Mats.
Avisé a mi jefe de que me iría a la fiesta que habían montado los alemanes. Avisé a Natalia de que ordenase mi maleta que yo llegaría justita al hotel y no me daría tiempo a hacerla y llegar al aeropuerto.
- Disfruta con Mats, no bebas mucho.- dijo Natalia.
- Sabes que no me guste el alcohol…- dije.
- Ya sabes que estoy de broma.- dijo Natalia riendo.
Colgué el teléfono.
Mats salió del vestuario, agarró mi mano y seguimos a varios futbolistas de la selección alemana con sus mujeres e hijos a un autobús que nos desplazaría hasta un lugar donde se celebraría la fiesta después de haber estado muchísimo tiempo en el campo y en el vestuario celebrando.
- ¡Qué bien te queda mi camiseta!- exclamó Mats.
Sonreí.
Me había puesto su camiseta encima de mi camiseta, la cual era un básica de color negro de tirantes, llevaba unos vaqueros claros rotos y unos tacones de cuña de unos 5 centímetros en color marrón. Mi chaqueta color marrón iba en mi mano.
- ¡Qué bien que me la prestaste!- exclamé.
Llegamos al sitio donde era la fiesta. Mats me fue presentando a las mujeres y a los hijos de cada uno. Fui hablando con las mujeres, jugando con los niños, haciéndome fotos con Mats y con la copa.
Narra Mats:
Estaba muy feliz. Era campeón del mundo, estaba con la chica que siempre quise estar, estaba celebrándolo con ella, nos íbamos a ir de vacaciones, viviríamos en la misma ciudad. Estaba eufórico. Era la persona más feliz del mundo. Estaba viviendo un sueño y nadie podía despertarme.
- Cuando nos vayamos de vacaciones podremos repetir lo mismo todas las veces que queramos.- le susurré a Laia.
Ella soltó una pequeña risita.
Narra Laia:
- ¡Qué bonita es! Nunca he tocado la copa ni la he visto tan de cerca.- dije.
- Es lo normal.- dijo Mats.- Pero la tienes aquí. La que un día levantó tu selección, ahora levanta tu novio la copa.- dijo sonriendo.
- Gracias, pero en serio, gracias por quererme así Mats.- dije y le besé.
Lengua con lengua. Sonrisa con sonrisa. Cada beso de Mats era único, era diferente.
- Estoy tan feliz. Tengo la copa, te tengo a ti, nos vamos de vacaciones a las Fiji, vamos a ir a vivir juntos, bueno, juntos no, pero si que en la misma ciudad.- dijo Mats abrazándome.
No quería soltarme en toda la noche y él seguía la copa con la mirada, estaba feliz y yo también lo estaba porque él lo estaba.
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