martes, 16 de septiembre de 2014


                        Sube la temperatura

                                            Capítulo 32

*¡Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Bueno que ánimos xdxd Pero hay chaaaaaaaaaaaaaaaaaaaampioooooooooooons xd Bueno que hoy os traigo el capítulo 32, espero que os guste mucho mucho mucho y bueno, hoy no subo post de gifs ni fotos porque hay partido y claro me gustaría verlo con tranquilidad, espero que lo entendáis. Y tengo pensado hacer otra novela de este estilo ya que veo que está teniendo éxito y en todo caso sería con Erik Durm , ¿os gustaría? Y bueno decirme si queréis con otro futbolista, actor, lo que sea. La protagonista y el resto de personajes ya sabéis que me encargo yo ;) Y las dudas en mi ask o twitter, recordar que los tenéis a la derecha.*

Empujé a Mats ahora que estaba despistado y cayó de culo, le hice una aguadilla y me reí. Él se levantó y me cogió en brazos llevándome más adentro en el mar. Me reía porque él me hacía cosquillas.

- ¡Para!- gritaba mientras reía.

Él me daba besos en el cuello mientras caminaba, paró de hacerme cosquillas, le miré con cara de pena para que no me hiciese una aguadilla, pero me la hizo. Me soltó bajo el agua y salí a respirar.

Le miré enfadada.

- No te enfades, te la tenía que devolver.- dijo él abrazándome

Sus brazos fuertes me rodeaban y me sentía bien, protegida.

- Yo te la debía de la otra vez, cuando me hiciste una aguadilla en la piscina del hotel.- dije.

Él rió y le empecé a pegar puñetazos en el brazo mientras él seguía riendo.

- Sabes que me gusta hacerte de rabiar.- dijo Mats guiñándome un ojo.

Reí.

- Si en el fondo te gusta, señorita Laia.- dijo él riendo.

- Sabes que me encanta, señor Mats.- dije.

Nos tumbábamos en las toallas a tomar el sol y no podía dejar de mirar lo que nos rodeaba. Todo era precioso. Mats me miraba embobado.

Empecé a hacer varias fotos al paisaje.

- ¿Y nosotros no somos bonitos como para sacarnos una foto?- dijo Mats mirándome a través de sus gafas de sol.

Le hice una foto desprevenido. Me reí porque había salido fatal. Él me quitó la cámara y me hizo una foto desprevenida. Salía fatal. Me reí. Él se reía de la foto. Nos hicimos varias fotos haciendo el tonto, alguna normal, otras besándonos, en el mar, abrazados, besándonos de nuevo…

Volvimos al hotel.

- Hoy voy a hacerte disfrutar.- dijo Mats cogiéndome en brazos desde la puerta y llevándome a la cama.

Reí. Besé su cuello. Él me dejó en la cama mientras que se ponía encima de mi. Le quité la camiseta que llevaba y él me quitó la mía. Besé su torso desnudo mientras que él besaba mi cuello. Agarré su bañador y metí la mano por dentro. Él hizo lo mismo conmigo. Le quité su bañador y él me quitó mi pantalón y mi bikini. Reí mientras el besaba mi cuello. La pasión nos inundó.

Bajamos al restaurante del hotel a comer. Ensalada de pasta, patatas al horno con costillas.

- Está buenísimo.- dijo Mats.

- Como tú.- reí.

- No estoy más bueno que tú.- rió.

Subimos a la habitación.

- ¿La tercera vez hoy?- pregunté.

- Solo si tú quieres.- dijo él.

- Vamos a descansar y ya esta noche, repetimos.- dije guiñándole un ojo.

Nos echamos una siesta juntos, abrazados, escuchando nuestros corazones latir.

Narra Mats:

Era maravilloso disfrutar de unas vacaciones con tu novia.

Al despertarnos ella me hizo una pregunta:

- Seguro que tuviste novias anteriores, ¿quiénes eran?- preguntó.

- Tuve dos. La primera duramos dos años, desde los 18 hasta los 20, rompimos porque me fichó el Borussia y me fui de Münich. Se llamaba Kristine. Mi segunda novia se llamaba Caty. Estuvimos juntos desde los 21 hasta los 24, rompimos porque no teníamos futuro, pasábamos el día discutiendo y desde entonces estoy soltero. La primera estaba estudiando diseño y la segunda era modelo. Ambas eran alemanas y de mi misma edad.- respondí.

- Así que ahora una españolita te ha robado el corazón.- dijo ella riendo.

- ¿Y tú? ¿Cuántos novios has tenido?- pregunté.

- Uno. Se llamaba Javier. Desde los 17 hasta los 23 años. Rompimos porque él comenzó a cambiar, empezó a pegarme, a controlarme, a insultarme, no podía soportarlo.- contestó ella mientras que una lágrima rodó por sus mejillas.

- Yo no te haré nada de eso.- dije abrazándola.- ¿Por qué cambió?- pregunté.

- Porque decía que yo era una puta, que ligaba con todos, que cuando empezase a trabajar le dejaría por un futbolista y no era verdad. Yo le era fiel, él se volvió celoso sin motivos.- respondió ella.

- No es verdad. Además, cuando tú estás trabajando se nota que miras a los futbolistas de otra forma, no quieres ligar con ellos por lo que me costó que salieses conmigo porque me veías más como un profesional que como un novio.- dije.- ¿Y qué pasó con él?- pregunté.

- Exacto. Pues fue a la cárcel y salía para 2020 o así. Porque a parte de maltratarme a mi, maltrató a otra chica con la que empezó a salir después de que cortásemos. Por lo que se olvidó de mi. Él era un chico super majo, tranquilo y cambió. Yo creo que fue por la gente con la que empezó a salir, ya sabes… Gente con problemas con la justicia.- contestó ella.- Pero de todas formas, puse una orden de alejamiento para cuando salga.- dijo Laia.

- Puedes contar conmigo para lo que sea.- dije abrazándola más fuerte.


- Le he olvidado y he dejado el miedo atrás. Intenté salir con otro chico, Miguel se llamaba, después de dejarle. Unos meses después, pero no pude. Hasta que apareciste tú, un año después de todo eso, me hiciste volver a creer en el amor y bueno, aquí estoy, haciendo locuras de nuevo por amor.- dijo ella sonriendo.

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