Sube la temperatura
Capítulo 6
*¡Holaaa! Os subo el capítulo ahora porque después me voy jaja Espero que os guste y que os esté gustando la novela. Besos <3*
- A ver, sigamos. Os sacan besándoos, abrazándoos, jugando en el mar, yendo al hotel, nada del otro mundo.- dijo Natalia.
- ¿Y las fotos de Madrid?- pregunté.
- Paseando agarrados de la mano y son de mala calidad porque son de aficionados, vamos de fans, pero se os ve la cara.- dijo ella.
- ¿En Alemania nos han hecho alguna?- pregunté.
- No, ya que no sabían que iríais primero a Dortmund y después a Bergisch y de nuevo a Dortmund, los habéis confundido y no os han podido seguir. Por suerte, donde vivís ambos la prensa no suele entrar porque la seguridad no les deja, vamos, no es La Moraleja de Madrid pero hay seguridad, pero si salís de aquí los tendréis pisándoos los talones.- dijo Natalia.
- Mientras que no saquen mi culo.- dije.
- ¡Qué obsesión!- exclamó ella.
- Pero si es precioso.- dijo Mats tocándolo.
Le fulminé con la mirada, él rió.
Natalia me siguió informando sobre lo que la prensa sacaba sobre nosotros y sobre ella y Koke.
- A ti poco más y te hacen fotos en materia ya.- dije.
- Son molestos, alguna foto lo entiendo pero ya que sean fotos de todo lo que hacemos… Somos una pareja más y nos gusta hacer lo que el resto de parejas.- dijo ella.
- Exacto.- dije.
Al día siguiente llevamos a Natalia y Koke al aeropuerto, nos despedimos de ellos, me pasé como 5 minutos abrazada a Natalia, pero prometimos volver a vernos en un mes.
- Mañana vienen mis padres.- le dije a Mats cuando íbamos a comprar un coche para mi ya que prefería tener el mío y no depender de transportes públicos ni de que Mats me llevase a ningún lado.
- Así que solo tenemos un día antes de que lleguen para disfrutar en la cama.- dijo él riendo.
Reí y puse mi mano encima de la suya.
Volvimos a casa después de comprar mi coche.
- Ven aquí.- dijo Mats mordiéndose el labio y levantándome en el aire.
Besé sus labios.
Subimos a mi habitación.
- Vamos a estrenar tu cama como se merece.- dijo Mats recostándome en ella.
- Parece ser que hoy al señor Mats le gusta dominar.- dije riendo.
Él me quitó la camiseta y yo le quité la suya.
- No sé qué me pasa pero últimamente solo quiero estar en la cama y no es precisamente para dormir.- dijo él.
- ¿Últimamente?- pregunté.- No son los últimos días, llevas más de un mes así.- dije.
Él paró de besarme.
- ¿Y estás enfadada por qué solo quiera acostarme contigo?- preguntó él.
- ¿Por qué dices eso?- pregunté.
- He notado algo diferente en tu voz, tal vez estés molesta.- respondió él.
- No me molesta porque a mi también me gusta acostarme contigo, pero si no lo hacemos todos los días te vuelves loco.- dije yo.
- No son todos los días, Laia.- dijo él.
No dije nada.
- Venga, no te quedes callada.- dijo él.- No te enfades, no te quiero solo por el sexo y lo sabes. Si te quisiese por eso ya me habría cansado de ti y te hubiese dejado.- dijo él.
Recogí mi camiseta y me fui.
Narra Mats:
Me di una ducha fría y llamé a mi padre porque esto empezaba a preocuparme.
- Papá, Laia se ha enfadado porque piensa que solo la quiero por el sexo y dice que lo hacemos todos los días, pero no es verdad, muchos días no lo hemos hecho. ¿Qué crees que pasa?- pregunté.
- A ver, solo hazla saber que no la quieres por el sexo.- respondió él.
- Ya se lo dije.
- Bien, pues a partir de ahora deja el sexo para un segundo plano y haz otras cosas antes con ella y estate un tiempo sin hacer nada con ella por ejemplo una semana y después solo cuando os apetezca a los dos, tal vez cada dos, tres días, no la fuerces a nada, seguramente ella esté ahora mismo recordando lo de su ex novio y piense que la puedes utilizar.- dijo él.
- ¿Crees que puedo ser un adicto al sexo?- pregunté.
- No, solo que al ser una nueva relación, quieres probarla, pensáis en sexo, pero alguno de los dos se da cuenta de que no todo en la relación es sexo y queréis hacer más cosas y que vuestra relación no se base principalmente en sexo. Es lo que le ha ocurrido a Laia como te podría haber ocurrido a ti.- dijo mi padre.
- Gracias papá, me ayudaste mucho.- dije y me despedí de él.
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