lunes, 6 de octubre de 2014

       
                 SEGUNDA TEMPORADA

                          Sube la temperatura

                                           Capítulo 1

*¡Buenaaaas! Hoy subo un poquito antes que he acabado todo antes, seeeeeeep. Ya empezamos con la segunda temporada, espero que la primera os haya gustado mucho y que la segunda sea igual. Esta segunda temporada tiene 25 capítulos por lo que es menos extensa que la primera, no quería hacerla tan pesada como la primera, pero espero que nos haya resultado pesada la primera. En fin, que paséis mañana un buen día y espero que el lunes haya sido bueno, el mío no ha estado mal jaja Besos <3*

Narra Laia:

Llegamos a Bergisch, la ciudad donde había nacido Mats. Estaba muy nerviosa por conocer a sus padres, su hermano y su cuñada. Estaba temblando, se podía ver en mis manos, Mats cogió una de ellas y la besó. Me sonrió y dijo:

- Todo va a salir bien.

Él acarició mi pelo. Ahora estaba más claro, castaño claro y las puntas casi rubias ya que decidí teñírmelo antes de irnos a Fiji y algo más corto ya que al volver de Fiji decidí cortármelo y volver a ponerme las mechas rubias.

- Jonas, Ulla, Hermann y Alice.- dije.

Él asintió.

Cuando aterrizamos llamé a Natalia para que supiese que estaba bien, me dijo una y otra vez que si necesitaba algo que ella se plantaba en un abrir y cerrar de ojos aquí, le conté todo lo que había hecho con Mats hasta ahora.

- Pues espero que les caigas bien a su familia.- dijo ella.

- Eso espero, estoy muy nerviosa.- dije.

- Relájate, sabes que los nervios no son buenos en estas ocasiones.- dijo ella.- Y no te canses mucho.- dijo ella riendo.

Reí.

Llamé a mis padres y me lo cogió mi padre.

- ¿Todo bien? ¿Necesitas algo?- preguntó él lo primero de todo.

- No, estoy bien. Solo llamaba para que supieseis que estoy bien, que ya sé donde esta mi casa, la de Mats, he conocido un poco el barrio, mi casa aún está sin amueblar pero ahora Mats y yo acabamos de aterrizar en Bergisch Gladbach que es la ciudad donde nació Mats y voy a conocer a su familia, ya después volveremos a Dortmund.- respondí.

- Que vaya todo bien, yo le cuento todo a tu madre.- dijo él.

Colgué y llamé a mi hermana. Le conté lo mismo que a mis padres y me deseó suerte con la familia de Mats.
Lo primero que hicimos después de salir del aeropuerto fue ir a la casa que tenía Mats allí.

- Tengo una casa aparte porque cuando veníamos Caty y yo a ella no le gustaba nada estar con mi familia, peleábamos por eso, pero era el único momento del año en el cual estábamos mal porque el resto del tiempo no veía a mi familia solo los días de Navidad y poco más.- dijo él.

- Fue duro para ti ver como una persona que tanto amabas, te apartaba de tu familia y encima darte cuenta tarde.- dije abrazándole por la espalda.

- Más duro fue para ti sufrir durante años en silencio y tener que darte cuenta de que el chico que un día amaste tanto acabó destrozándote.- dijo él mientras me devolvía el abrazo y besaba mi frente.

Una lágrima rodó por mi mejilla.

- Pasé noches sin dormir temiendo que viniese a por mi, tuve que vivir con mis padres y mi hermana y que alguno de ellos, incluso mi cuñado, me acompañasen al trabajo, a comprar, a donde fuese, pero lo superé y él está en la cárcel. Por suerte pronto se olvidó de mi, pero le tocó a otra chica, ambas hicimos fuerza y decidimos ir con todas las fuerzas del mundo al juicio para verle la cara a ese cabrón, también decidimos que nosotras teníamos que separarnos porque no podíamos estar juntas ya que todo nos llevaba a pensar en él y no seríamos capaz de superarlo nunca si al estar al lado de la otra nos llevaba a pensar lo que nos hizo.- dije y pronto las lágrimas corrieron por mis mejillas.

- Tranquila, ya pasó. Estás bien, nadie puede hacerte daño si estoy aquí, nadie volverá a tocarte así, lo prometo.- dijo él abrazándome tiernamente.

- Gracias.- susurré con la voz entrecortada.

Nos quedamos abrazados por un tiempo hasta que conseguí recomponerme y fuimos colocando algunas cosas en los armarios.

La casa de Mats en Bergisch era una casa rústica. Tenía una entrada por un patio, después del patio estaba la casa con una cocina, un pasillo con cuatro habitaciones a los lados, una de ellas con un baño, otro baño fuera de las habitaciones y el salón al final con su comedor. También tenía otra entrada que era la entrada principal en la cual entrabas al salón directamente.

Fuimos a casa de los padres de Mats.

- ¡Hola!- exclamó Mats abriendo la puerta de la casa, tenía llave de la casa de sus padres, entramos por una puerta que daba lugar a un pasillo, al lado tenías un baño y al otro lado la cocina, después tenías cuatro habitaciones, la principal con un baño y al final del todo el salón. Había una puerta en el salón por la que salías a un patio.

Sus padres estaban en el patio esperándonos junto con Jonas y Alice, el hermano y la cuñada de Mats.

- Estamos encantados de conocerte, Laia. Aunque Mats ya nos había hablado de ti y te vimos entrevistando varias veces a Mats y en la final con él.- dijo su madre dándome dos besos y después un abrazo.

- Es tímida.- dijo Mats mirándome sonriente.

Su padre, Hermann me dio dos besos y un abrazo al igual que Ulla, la madre de Mats.

Sus padres hablaban alemán e inglés, su madre se defendía pero quién realmente sabía bastante inglés era su padre. Les dije que yo hablaba alemán y que no se preocupasen, que podíamos hablar en alemán si a ellos no les apetecía hablar inglés.

Jonas me dio un abrazo y me dijo:

- Espero que Mats no te esté dando mucho trabajo, a veces es pesado.- rió.

Reí.

- No, todo lo contrario. Para nada es pesado.- dije sonriendo.

Alice me dio dos besos y me dijo:

- Espero que nos llevemos bien.

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