martes, 9 de diciembre de 2014


                          Sube la temperatura

                                                  Capítulo 19

*¡Holaaaa!Pues aquí estoy y les traigo el capítulo 19, dentro de un rato el 20, que porque sea martes y haya ido a clase no les dejo sin sus capítulos y sin sus fotos y gifs. Besos <3*

Pasaron los días, Mats seguía con sus molestias, yo acudiendo al trabajo. Llegó el día 21 de Agosto y celebramos dos meses. Mats me preparó una cenita romántica en su casa. Yo iba con un vestido rojo largo con escote en v. Estaba muy ilusionada.

- ¡Qué bonito todo!- exclamé.

- Todo para la mujer más bonita del mundo, para la mejor novia del mundo.- dijo Mats besándome.

Cenamos una cena riquísima, champán, bombones. Mats estaba siendo todo un caballero.

Narra Mats:

Le hice esta sorpresa a Laia por nuestros dos meses y ella quedó encantada. La amaba cada día más y quería demostrárselo porque ella era una persona muy importante en mi vida y no quería perderla.

Fuimos a mi habitación, le quité su vestido delicadamente y ella quedó frente a mi desnuda.

- Eres preciosa.- dije observándola.

Ella se sonrojó.

Nos perdimos entre la pasión que este día nos había provocado.

Narra Laia:

Llegó la convocatoria con Alemania. Mats acudió aunque no estaba totalmente recuperado mientras que él se fue con la selección alemana para jugar contra Argentina y Escocia, yo no tenía trabajo porque no había Bundesliga y ya había compañeros en canal plus que se encargaban de la selección alemana normalmente así que decidí irme a Madrid a ver a Natalia ya que era Septiembre y habíamos quedado en vernos este mes.

- ¡Laia!- exclamó ella.

Nos abrazamos.

- ¡Qué bueno verte Natalia!- exclamé.

Mientras que íbamos hacia casa de Natalia, un pisito en Madrid centro como el mío, le conté sobre las revistas.

- Así que por Alemania gustas.- dijo ella.

- Parece ser.- dije mientras que miraba por la ventanilla.- Echo de menos Madrid, pero Dortmund es preciosa y allí está el amor de mi vida y mi trabajo actualmente.- dije.

- Sabes que puedes volver cuando quieras.- dijo Natalia.

- Estoy bien allí, de verdad.- dije.

- Lo sé. Mats te cuida bien, hablo con él por Whatsapp.- dijo ella.

- Ya no me acordaba de que tenías su Whatsapp.- dije.- Es verdad, que lo tienes antes que yo.- dije riendo.

- Fue por tu bien, para que saliese con él.- dijo ella riendo.

- Querías hacerme el lío.- dije.

- ¡Mentira! Quería que fueses feliz con un chico que te mereciera y Mats te merecía y te merece.- dijo ella, la corté.

- Y por supuesto que me merecerá.- dije soltando una pequeña risita.

- ¡Qué bien me conoces!- exclamó ella.

- Son varios años juntas ya.- dije sonriendo de oreja a oreja.

Comí en casa de Natalia, miramos las revistas en las que había salido.

- Y lo mejor de todo fue que después de esto, Mats me dijo que si decían algo malo de mi, que no me preocupase, que yo para él era perfecto y yo le dije que no podrían separarnos.- dije.

- Eso está genial, se ve que te quiere muchísimo. ¿Y qué tal en la cama?- preguntó Natalia.

Le conté mi pelea con Mats por el tema del sexo.

- Pero todo va bien y seguimos con nuestros jueguecitos.- dije riendo.- ¿Y tú con Koke? En general digo.

- Nuestros pequeños roces como cualquier pareja, pero muy bien y el sexo ya sabes que es lo mejor.- dijo ella riendo.

Reí.

Decidí ir a ver a mis padres, allí estaban mi hermana y mi cuñado. Les abracé, les conté el reencuentro con María, los días con Natalia, lo bien que me iba con Mats.

Pasaron los días, unos días maravillosos en Madrid, mi ciudad y con mi familia, a la cual amaba.
Mats mientras tanto estaba con Alemania, pero no jugó contra Argentina ni contra Escocia por su lesión en el muslo derecho. Contra Argentina estuvo en el banquillo, pero contra Escocia se fue al palco a verlo. Le mandé mensajes por Whatsapp para darle ánimo. Cuando volví a Alemania lo primero que hice nada más verle fue abrazarle muy fuerte y darle un dulce beso.

- Amor, todo va a ir bien, ya jugarás, solo tienes que recuperarte bien.- dije sonriente.

- Estoy bien, Laia.- dijo él pero en su tono de voz había algo raro.

- No estás bien y lo sé, pero estoy aquí para apoyarte y para que continuemos los dos juntos.- dije sonriendo.



Nos abrazamos de nuevo.

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