domingo, 20 de septiembre de 2015


                          Eres la suerte de mi vida

                                               Capítulo 19

Narra Clarissa:

-¿Te acuerdas de todo eso?- preguntó Erik.

-Sí, recuerdo muchos momentos juntos, he recuperado la memoria porque recuerdo también mi infancia.- contesté.- Y gracias por haber venido Ely, a ti también Julian y por completar parte de la historia que me faltaba.

-No es nada.- dijeron ellos.

-Por favor, sigue narrando de lo que te acuerdes.- me pidió Erik.

Así que así hice, seguí narrando de lo que me acordaba:

En la semifinal contra Brasil ganamos 1-7. Los goles fueron de Müller, 2 de Kroos, 2 de Schürrle, Klose y Khedira. El gol de Brasil fue de Oscar.

Elissa y yo vimos el partido, cantamos todos los goles, gritamos muchísimo, bailamos junto con todos los alemanes que había en las gradas. Estábamos muy felices, no podíamos parar de reír y de bailar.

-¡Ha sido extraordinario!- grité lanzándome a los brazos de Erik.

Él comenzó a darme muchísimos besos por mi cuello, mis mejillas y mis labios.

-¡Estoy tan feliz! ¡Estamos en la final!- gritó y empezó a saltar.

Salté con él, agarrados de la mano mientras girábamos.

Narra Julian:

Elissa vino corriendo a mí a abrazarme, estuvimos unos minutos así mientras ella me decía al oído que había sido el mejor partido de su vida, yo la besé cuando nos separamos.

-¡Estamos en la final!- grité entusiasmado.

-¡Vamos a ganar!- gritó ella y me volvió a abrazar.

Narra Clarissa:

La final era en Río de Janeiro así que volvimos allí. Los días previos a la final los pasábamos en la playa y visitando la ciudad, ellos estaban intentando mantenerse tranquilos y concentrados para la final. Llegó el gran día, todos estábamos nerviosos. Demasiado.

Elissa y yo nos vestíamos siempre igual para los partidos: deportivas, pantalón vaquero corto o largo y la camiseta de Julian y Erik respectivamente.

Pasamos todo el partido nerviosas, cada vez que Argentina se acercaba a la portería nos daba un vuelvo al corazón, cada vez que Alemania tenía una ocasión nos lamentábamos por fallarla y llegó el momento de cantar gol, casi al final de la prórroga, cuando llegábamos a los penaltis… El autor fue Mario Götze.

-¡Sí! ¡Goooool!- grité.

-¡Gooooool!- gritó Elissa.

-Campeones del mundo.- se cantaba en la grada y nosotras también lo cantábamos.

Después de finalizar el partido, Erik y Julian les dijeron a los de seguridad que nos bajasen y ellos nos acompañaron hasta el campo.

-¿Quieres que el mundo sepa que soy tu novia?- pregunté.

-Sí, quiero que lo sepan.- dijo él seguro.

Narra Elissa:

-¿Quieres que todos lo sepan?- pregunté.

-Sí, quiero que todos sepan que te amo con locura y que eres lo más bonito.- me confirmó Julian.

Clarissa y yo disfrutamos de la fiesta en el campo, con el resto de mujeres y novias, además de con los niños de algunos futbolistas.

Narra Clarissa:

Volvimos a Alemania y antes de irnos de viaje los cuatro juntos, Erik y yo decidimos ir a Halver para que mis padres pudiesen conocer a Erik, solo le conocían de vista de cuando me acompañó a casa después de mi pelea, ellos sabían lo que había sido Erik, se lo conté, pero no el mismo día que me enfadé con él porque no era capaz de pronunciar lo que él me había dicho.

-Erik este es mi padre Alexandre, mi madre Danila y mi hermano Reed.

-Nos alegramos de que hayas cambiado, Erik. De que te hayas centrado y hayas optado por tener una relación seria con nuestra hija.- dijo mi padre.

-Ten cuidado, si la haces daño, no respondo.- dijo mi hermano.

-Vamos Reed, no le metas miedo a Erik. Él ha cambiado y debemos aceptar que ahora es un chico completamente diferente que tiene como objetivo hacer muy feliz a tu hermana.

Mi hermano asintió y abrazó a Erik.

Erik me despertó a la mañana siguiente con una gran sonrisa, parecía muy entusiasmado e ilusionado.

-¿Qué pasa?- pregunté intentando terminar de abrir mis ojos.

-Vístete, Clary.- dijo él lanzando algo de ropa a la cama.

Así hice. Me vestí un vaquero corto oscuro con una camiseta blanca con el logo de Nike y unas deportivas negras.

-Ya estoy.- dije acercándome a él y abrazándole por la espalda

Olía muy bien. Adoraba su olor.

-Vámonos al bosque.- sonrió él.


Asentí a la vez que agarra su mano. Fuimos dando un paseo por el pueblo. Mi casa no estaba lejos del bosque, pero si lo suficiente para dar un paseo medianamente largo. Cuando estuvimos allí, para llegar hasta donde quería Erik tuvimos que ir apartando varias ramas y saltando alguna planta. 

Hoy os traigo los gifs:

Erik y Clarissa:

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Julian:

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jueves, 17 de septiembre de 2015


                     Eres la suerte de mi vida

                                             Capítulo 18

-¿Miedo de qué?- pregunté.

-Sufrió mucho por culpa de su ex pareja, cuando él esté preparado se lo contará a Elissa y será cuando yo pueda contártelo, por el momento debes esperar.- respondió Erik.

-Ambos sois un misterio.

-Somos los chicos misteriosos.- río.

Reí. Erik tenía un lado muy gracioso y divertido. Tenía un humor distinto, alocado y sin meterse con nadie. Era algo que me gustaba mucho de él.

Viajamos a Brasilia, la capital de Brasil. Mientras que estuvimos en Río de Janeiro aparte de ir a la playa, vimos la ciudad y fuimos a ver al Cristo Redentor. En Brasilia no teníamos playa, pero si el gran Lago Paranoá. Además de una Catedral preciosa que iríamos a visitar y dos palacios, el Palacio de Planalto y el Palacio de la Alborada que estábamos deseando visitarlos. Solo podemos verlos por fuera ya que en el Palacio de la Alborada es donde vive el Presidente de la República de Brasil y en el Palacio de Planalto es el lugar de trabajo del Presidente de Brasil.

Narra Elissa:

Julian me encantaba. Me enloquecía. Era un chico bueno, educado, guapo, amable, caballeroso, gracioso, divertido, pervertido cuando lo tenía que ser, con un punto de arrogancia y chulería de forma divertida, no lo hacía de forma real, eran solo pequeñas bromas que él solía gastar, le gustaba ser así para hacer de reír a la gente de su alrededor, él me había dicho que tenía que contarme algo, que no sabía cuándo lo iba a hacer, pero que no me preocupase, que tenía que ver con su ex novia, no conmigo así que realmente estaba tranquila. Hoy habíamos quedado en mi habitación, era solo la mía ya que Clarissa se hospedaba en la de al lado.

-Buenos días, preciosa.- dijo Julian besándome y dándome un ramo de rosas que me traía.

-Es precioso, no tenías que haberte molestado.- dije.

-No es nada.- sonrió.

Comencé a acalorarme. Llevaba unos meses sin sexo y me apetecía. Empezaba a tener mucha confianza con Julian, era diferente al resto de chicos. ¿Y por qué no? No tenía nada que perder.

Le besé mientras que agarraba su pelo. Jadeé y él se dio cuenta en seguida de lo que yo quería. Él sonrió de forma picarona y bajó sus manos hasta mi culo.

-Tienes todo el permiso del mundo para tocarlo a tu gusto.- reí tras mi comentario.

-Encantado.- seguía sonriendo de forma picarona.

Mis manos se deslizaron por su cuerpo, explorando cada uno de sus lugares. Le quité la camiseta, le besé, él me quitó la camiseta, observaba atentamente mis pechos, reí.

-¿Son las primeras que ves? Espero que no.- me reí.

Él río.

-No, no son las primeras.

Me levantó y enlacé mis piernas en él. Me tiró sobre la cama mientras besaba mis pechos. Me comenzó a quitar el pantalón, yo desabroché el suyo. Él terminó de quitarse su pantalón y yo el mío.

Estábamos los dos en ropa interior. Julian tenía un cuerpazo, no tenía nada que envidiar. Abdomen definido, piernas y brazos trabajados, además su altura le hacía destacar y que te fijases en él.

-Querido Julian estás buenísimo.

-Debo decirle señorita que usted no se queda atrás.

Me encantaba su sonrisa picarona.

Él me desabrochó el sujetador mientras yo le quitaba su ropa interior. Terminé de desnudarme y allí estábamos desnudos los dos, yo tumbada y jadeando mientras que él estaba de pie, mirándonos.

-Es grande eh.- dijo él regodeándose.

-No seas tan prepotente.- reí.

-Te gusta, ambos lo sabemos.

Y le mostré que me gustaba agachándome.

-Yo sé que a ti también te gusta.- sonreí de forma picarona.

Y él me mostró que le gustaba agachándose.

Sentí una embestida dentro de mí, solté un gemido. Ambos estábamos sudando.

-Me gusta oírte gemir, eso significa que te está gustando.

-Me encanta.- pude pronunciar entre gemidos.

-Eres fantástica en la cama, Ely.

Realizamos diferentes posturas.


¡Buenas! Hoy os traigo fotos:

Fotos de Clarissa:




Fotos de Erik:



Fotos de Elissa:



Fotos de Julian:



Fotos de Erik y Clarissa:



Fotos de Julian y Elissa:










domingo, 13 de septiembre de 2015


             Eres la suerte de mi vida 
 *Estoy super emocionada por este capítulo porque ya aparece Julian y empieza la historia de amor entre Julian y Elissa, espero que la disfrutéis mucho como yo escribiéndola.* 
                                               Capítulo 17
-¿Qué haces aquí?- miré sus bonitos ojos azules.
-Quería invitarte a cenar a un restaurante que hay por aquí que está muy bien y que Elissa se venga también, podría conocer a alguien.
Le agarré del brazo y nos apartamos de Elissa:
-¿A quién le tienes preparado?- pregunté curiosa.
-Es sorpresa, a mí también me gustan las sorpresas.- río.
Fuimos al restaurante. Allí nos estaba esperando Julian Draxler, internacional alemán y jugador del Schalke 04.
Elissa y Julian comenzaron con muy bien pie, reían sin parar. Mientras, Erik y yo no parábamos de mirarnos y de contarnos anécdotas de estos últimos tres meses.
Tras la cena, Julian y Erik nos acompañaron al hotel. Julian y Elissa se despidieron con dos besos. Se habían gustado, solo había que ver el brillo en los ojos de ambos. Erik y yo nos besamos apasionadamente, le abracé fuertemente, temiendo que se marchase para siempre. Ellos volvieron a su hotel, Erik en el camino hacia la salida parecía que iba dando saltitos, me hizo gracia.
-Te ha gustado.- le dije a Elissa.
- Es guapo, es amable, es caballeroso, es educado, es divertido, muy gracioso… Tiene muchas cosas de las que he buscado siempre.- dijo ella.
-Y puede salir algo muy bonito de aquí.- la sonreí.
-Tú y Erik habéis estado muy cariñosos.
-Sí, creo que ambos lo estábamos deseando, pero aún sigo pensando que puede volver a ser cómo era y eso es lo que me da pánico.
-Deja de comerte el coco, si te pone los cuernos ya te enterarás y le cantarás las cuarenta.
-Como si fuese tan fácil, Ely.- suspiré.
Acabé quedándome dormida mientras que Ely hablaba con Julian, se habían dado el número.
Narra Erik:
De camino al hotel Julian y yo íbamos hablando de qué tal se lo había pasado con Elissa.
-Es amable, es graciosa, es algo tímida y se sonroja con cualquier cosita, es guapísima, es un buen partido sin duda. Gracias, tío.- dijo Julian.
-No es nada, te merecías conocer a alguien después de lo que te hizo Aeryn. Eres un tío de puta madre y nunca te has merecido que te hagan daño.
- Lo que me tira para atrás es que ella tenga 22 años, dos años más que yo.- me dijo.
-La edad no importa si hay amor, Julian. Y si te preocupa la madurez porque ella vaya a ser más madura… Todas suelen ser más maduras que nosotros, la edad no tiene que ser una referencia, no te preocupes por ella. Debes conocerla, ella merece la pena.
Julian asintió.
Al día siguiente teníamos partido. Ni Julian ni yo jugábamos de titulares. Era normal, había jugadores en la selección con más edad y experiencia que nosotros, nosotros solo éramos unos críos que tenían mucha ilusión simplemente por formar parte de una selección que podía hacer historia.
Narra Clarissa:
Nos estábamos vistiendo para ir al estadio a ver a Alemania. Elissa se había puesto sus deportivas negras, la camiseta de Alemania con “Draxler” y el número 14 que le había regalado él mismo, la había recibido esta mañana y lo conjuntó con un vaquero largo oscuro. Yo, por mi parte, había hecho casi lo mismo que ella. Me había puesto la camiseta de Erik con “Durm” a la espalda y el número 15, me la había regalado él hacía más de tres meses al igual que la de su equipo, acompañada de un vaquero corto claro y unas deportivas blancas.
Nos dirigimos al estadio. Jugábamos contra Francia.
-Es un rival duro, con una buena defensa y una gran delantera.- dije yo.
-El centro del campo también hay que tenerlo en cuenta. Sin duda, tiene buenos jugadores y puede dar una sorpresa. Es un rival difícil.- Elissa sabía bien lo que decía. Al igual que a mí, le gustaba el fútbol y solíamos quedar para ver los partidos y comentarlos.
Pasaron los minutos, los nervios aumentaban, el gol no llegaba, pero estábamos jugando bien, atacábamos mucho, Francia de vez en cuando nos daba algún susto, pero ahí estaba Neuer. Paraba todo. Elissa y yo gritábamos con todas nuestras fuerzas.
-No me puedo creer que estemos viviendo esto. Es tan bonito, nunca pensé en vivir una copa del mundo.
-Yo tampoco, es increíble, hemos hecho muy bien en venir.
-He hecho bien en venir a hablar con Erik.- reí.
-Cierto.- dijo Elissa guiñándome un ojo.
¡Y gol de Hummels!
Elissa y yo saltamos de nuestros asientos gritando, nos abrazamos y volvimos a cantar el gol.
-Ha sido genial el partido, muy justo el marcador, pero merecido.- dije.
-Hemos ganado porque hemos jugado muy bien.- dijo Elissa.
Elissa y Julian se fueron a dar una vuelta por los alrededores del hotel.
-Tenemos que viajar a Brasilia, la semifinal es allí y ya tenemos rival, es Brasil.
-Nosotras iremos con vosotros. Nos alojaremos en un hotel cercano al vuestro, así vemos una ciudad más. Son como unas vacaciones para nosotras.- dije.
-¿Pero tendrás más vacaciones luego? Porque me encantaría irme contigo de vacaciones.
-Tengo todo julio y hasta el 20 de agosto, nos suelen dar muchas vacaciones porque somos bastantes en la empresa, quieren que descansemos bien para luego empezar de nuevo en el trabajo con mucha fuerza.
-Pues que bien porque podremos disfrutar de unas buenas vacaciones, iremos con Julian y Elissa que parece que han congeniado bien.
-Eso parece, ella está muy contenta.
-Él también, pero tiene miedo.


Hoy os traigo algunos gifs:

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miércoles, 9 de septiembre de 2015


                Eres la suerte de mi vida


                                         Capítulo 16

Ella se apartó cuando yo seguía con ganas de besarla.

-Erik, he venido a hablar contigo.- se puso seria.

-Me lo imagino.

-Tenemos que hablar sobre ese secreto, sé que será difícil todo a partir de ahora, pero te quiero demasiado y estoy dispuesta a intentar todo por ti, espero que tú también. Creo que lo nuestro merece la pena, no hagas que me arrepienta.

-Por supuesto que lo estoy.

-Me he encontrado con Mats en el pasillo y me ha contado lo que has hecho estos meses. 

Sé que has sufrido, que has llorado por mí, que has rechazado a muchas mujeres, que no te has acostado con nadie y todo ello por mí, porque me quieres a mí y a nadie más. Eso es admirable.

-Por eso el grito de Mats.- reí.- Y sí, he hecho todo eso, todo por ti.

-Bueno, no te quedes ahí, pasa.- dije.

Narra Clarissa:

Cuando Erik abrió la puerta me dio un vuelco al corazón, estaba muy nerviosa, pero al verle me tranquilicé, me encantó que me abrazase y que me besase, pero todo poco a poco. 

Habíamos dejado las cosas claras, íbamos a luchar por estar juntos. No iba a ser fácil.

Pasé dentro y él me preguntó:

-¿Cómo has estado tú?

-Te he querido mucho así que lo he pasado mal. Al principio estaba muy enfadada, no quería saber nada de ti, pero me fui dando cuenta de que te quería demasiado, sentía necesidad de escribirte por eso te mandé el mensaje de suerte para el Mundial, más tarde me di cuenta de que te podía perder y aquí estoy.

Estuvimos un rato hablando de estos meses que habíamos pasado separados.

-Es muy tarde, ya son las dos de la noche, no quiero que andes sola por aquí así que te quedas a dormir. Mañana ya lo explicaré todo y si me tengo que llevar alguna bronca, me la llevaré yo solo.

Asentí.

Dormimos abrazados. Escuchaba el latido de su corazón ya que estaba apoyada en su pecho.

Desperté y Erik no estaba en la habitación. No tenía ropa de cambio así que tendría que volver con la misma ropa que había traído ayer, menos mal que no dormí con ella porque 
Erik me prestó una camiseta suya, la cual me quedaba muy grande y larga, para dormir.
Minutos más tarde entró Erik en la habitación con una gran bandeja llenísima de comida.

-¡Desayuno!-gritó mientras cerraba la puerta con su culo. Me reí por ese gesto.

Desayunamos en la cama. Estaba asombrada por el gesto que había hecho de traerme el desayuno a la cama.

-Tenéis buenos cocineros, está todo riquísimo.

-Queremos ser campeones del mundo, tendremos que tener lo mejor en esta selección.- río.

-Eso es cierto.- sonreí mientras que apartaba de mi cara un mechón de pelo.

-Me encanta cuando haces ese gesto.- dijo él mientras que se llevaba una tostada a la boca.

Al volver al hotel, Elissa me hizo todo tipo de preguntas y procuré resolvérselas con todos los detalles posibles.

-Así que estáis juntos.- dijo ella afirmando.

-No, no estamos juntos, pero no somos solo amigos.- pronuncié.

-¿Conociendo?-preguntó.

-Exacto. Y sé que no será fácil, que tendremos que ganar confianza, que sufriremos durante este tiempo, pero también será bonito vivir esto juntos. Lo bueno superará a lo malo, seguro. Los dos estamos seguros de que esto vale la pena, ¿por qué no intentarlo?

-Muchísima suerte, Clary. Te mereces ser feliz con él, pero ahora… ¡Nos merecemos unas grandísimas vacaciones en un paraíso como es Río de Janeiro!- exclamó ella lanzándome mi bikini.- Ya tengo la bolsa de la playa hecha y yo ya estoy vestida, solo faltas tú, venga, tengo muchas ganas de pisar las playas de Brasil, dicen que son preciosas y lo que vimos ayer por la noche y lo que he podido ver esta mañana desde el hotel me lo van confirmando.

Fuimos a la playa y era cierto, las playas de Brasil son preciosas. Son totalmente un paraíso.

-¿Cuándo juega Alemania?- preguntó Elissa.

-Mañana, Erik me ha dado dos entradas, sabe que estás aquí, para que vayamos a ver a Alemania, él seguramente no juegue porque no está siendo titular, pero está disfrutando igualmente al ver que su equipo va ganando y clasificándose para las siguientes rondas, quieren ser campeones del mundo y van a luchar por ello. Y yo, por supuesto, estaré ahí para apoyar a Erik. Ah, me ha dicho que te pases por el hotel, podrías conocer a alguien.

-¿En serio?- preguntó ella curiosa.- ¿Me tendrá a alguien preparado?

-No lo sé, te soy sincera.

Pasamos un buen día en la playa.

Volvimos al hotel y allí me estaba esperando Erik.

-¿Llevas mucho esperando?-pregunté.


-No, solo quince minutos.- contestó él abrazándome.

Hoy os traigo las fotos:

Fotos de Clarissa:




Fotos de Erik:



Fotos de Erik y Clarissa:


Fotos de Clarissa y Elissa



Fotos de Elissa:










martes, 8 de septiembre de 2015


                                Eres la suerte de mi vida 

                                                Capítulo 15

Ya eran las 16:00 y estábamos ya en el aeropuerto.

-Estás nerviosa.- dijo Elissa.

-Sí, lo estoy.- solté un risita nerviosa.

-Relájate que son 10 horas y media de vuelo y lo vas a pasar mal como estés tan nerviosa, intenta tener la cabeza distraída.- dijo ella.

Asentí.

Embarcamos después de facturar las maletas y de esperar por las tiendas del aeropuerto a que saliese el avión.

Durante el vuelo leí, escuché música, hablé con Elissa sobre el trabajo…

-Menos mal que has decidido venir a ver a Erik cuando ya estábamos de vacaciones, sino no sé si el jefe te habría dejado.

Desembarcamos a las 11 de la noche, cogimos nuestras maletas y nos instalamos en nuestro hotel, comimos otra vez porque teníamos hambre de nuevo. Deshicimos parte de nuestras maletas y decidí cambiarme para ir a ver a Erik, quería estar muy guapa cuando me viese, quería que se llevase la mejor sorpresa. Sabía que era tarde y que estaría ya descansando y pensando que ya no recibiría ninguna sorpresa, pero se la llevaría a última hora y cuando ya tuviese toda la esperanza perdida.

Pasé unos minutos revolviendo mi maleta, Elissa me miraba atónita.

-Elige algo Clary, no es la cita más importante de tu vida.- dijo ella.

-Puede que sí, Ely.

Revolví más y más la maleta hasta que encontré un vestido rojo que tenía la espalda abierta y con escote corazón. Era uno de los vestidos más bonitos que tenía. Me puse unas cuñas de color marrón que tenía y un bolso a juego.

-Estás muy guapa.- sonrió Ely mirándome.

La guiñé un ojo.

-Bueno, ¿me acompañas o voy sola hasta allí?- pregunté.

-Me quedo, ¿qué hago allí yo sola mientras que ligas con Erik Durm?- preguntó ella.

-No voy a ligar, solo voy a hablar con él y podrías conocer a alguien. Hay chicos muy guapos.- respondí riendo.

-Me quedo, Clary. Mucha suerte.- la abracé.

Caminé con paso acelerado hasta en el hotel en el que se hospedaba la selección alemana, lo sabía porque lo habían dicho miles de veces ya por la televisión. Actualmente, la selección alemana estaba en cuartos de final. Jugaría contra Francia.

Eran las 12 de la noche. Habíamos tardado una hora en llegar al hotel, hospedarnos, comer algo que fueron unas chocolatinas y chuches, habíamos comido de mala manera solo por mis prisas. También, cambiarme me había hecho perder tiempo.

Narra Erik:

Clary me había llamado borracha, todo había sido una broma, no iba a recibir ninguna sorpresa.

Mis ojos empezaban a cerrarse, comenzaba a quedarme dormido. Oí un grito en el pasillo. Era Hummels, a saber que estaba haciendo.

Narra Clarissa:

Mats pegó un grito y se acercó a mí tocándome para saber si era real o no.

-¿Qué haces aquí? Ah, ya, eres la sorpresa de Erik.- río.- Nunca imaginé que fueses a hacer esto.- dijo Mats.

-Vengo a hablar con Erik, le quiero demasiado, han pasado tres meses, lo sé, sé cómo es, pero quiero saber si de verdad ha cambiado.

-Lo ha hecho, te lo digo yo. En estos tres meses no se ha acostado con nadie, ha sufrido mucho, ha llorado, te ha llamado incluso en sueños, ha rechazado a mujeres, eres la única que le importas.

-Necesito que me lo demuestre y yo necesito creerle, esa es la parte más difícil.

Mats me dio un abrazo y me deseo suerte.

Llamé a la puerta de Erik.

Narra Erik:

Escuché un suave golpe en mi puerta, me levanté despacio, mis piernas estaban dormidas. Abrí la puerta y allí estaba ella, parecía una aparición, un ángel, no sabía si era real o si era un sueño. De lo que si estaba seguro era de que estaba preciosa. Llevaba un vestido rojo que le hacía un cuerpo precioso, resaltaba sus caderas, estaba más alta de lo normal así que me fijé en que llevaba unos tacones. Su sonrisa deslumbraba, sus ojos tenían un brillo especial, resaltaban más debido al color rojo que había elegido. La agarré por los hombros y supe que no estaba soñando, era real, era ella. Estaba allí, ella era mi sorpresa, no me había llamado borracha, no era una broma, estaba aquí y lo único que pude hacer es llorar. Ella me abrazó. No me salían las palabras y quería decirla que estaba preciosa, que jamás la vi tan guapa. Fui armándome de valor y por fin susurré:

-Estás tan bonita, tan radiante, eres un ángel.

Ella se sonrojó. Así estaba mucho más guapa.

-Ahora sí que terminas de estar preciosa.- la di un beso en la mejilla.

Ella me abrazó más fuerte, no quería que me separase de su lado.

-No estaba borracha, te dije que recibirías una sorpresa y aquí está.- sonreía, lo hacía con ilusión.


-Esta es la mejor sorpresa que he recibido nunca.- la besé, lo estaba deseando, quería hacerlo y lo hice.

¡Siento no haber subido el domingo! ¡Lo siento! Es que fueron fiestas cerca de mi pueblo y aproveché para ir con mis amigos y desconectar antes de empezar las clases. Luego, he estado super cansada y no me acordé, lo siento, pero hoy ya os traigo el capítulo atrasado y mañana tendréis el de todos los miércoles.

Os traigo los gifs:

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miércoles, 2 de septiembre de 2015

                                   
                    Eres la suerte de mi vida

                                        Capítulo 14 

Estaba decidida a irme, a olvidarme de él. Él me agarró del brazo.

-Clary, escúchame…

-¡NO!- grité.- Déjame, eres un cabrón. Olvídame, vuelve a Dortmund, no me busques más, borra mi número, yo ya no soy nadie para ti.

Corrí con todas mis fuerzas, lo más rápido que pude, estaba llorando, apenas veía nada, sentía a alguien correr detrás de mí, era Erik. Tropecé y me caí. Sentí mis rodillas raspadas.

-Clary, ¿estás bien?- era la voz de Erik.

-Déjame, suéltame.- chillé y volví a chillar.

-No puedes volver sola a casa, no ves nada porque estás llorando, te vas a volver a caer.- dijo él.

Accedí a que me acompañase a casa. Él se marchó.

Subí a mi habitación y no comí ni cené. El estómago se me había cerrado. Subió mi hermano a hablar conmigo, le dije que se fuera. Él aceptó.

Narra Erik:

Sabía que la había hecho daño, sabía que no podía arreglar nada con ella.

Me volví a Dortmund, le conté todo a Hummels.

-Debes dejarle tiempo, que ella olvide el daño que le has hecho y más tarde, si ella no te ha llamado, llamarla tú, cuando hayan pasado unos meses. O deja que el destino os vuelva a unir.- dijo Mats.

-Ahora viene el Mundial y me vendrá bien concentrarme en ello.- dije.

-Eso debes de hacer, tenemos que ser campeones.- dijo Mats.

Narra Clarissa:

Pasaron los meses, Erik había aceptado que yo no quería saber nada de él. Él se fue al mundial, le deseé suerte en un mensaje, es lo único que podía hacer.
Me pasaba los días pensando qué tal le iría a Erik en la copa del mundo, buscando la mayor información posible de él, estando pendiente de todas las noticias, de cualquier rumor sobre la selección alemana, seguía cada partido hasta que llegó un punto en el que no aguanté más y cogí todo el dinero ahorrado que tenía. Ese dinero era para un gran viaje con Elissa, le mandé un mensaje diciéndole lo que iba a hacer, que sentía que no fuésemos a pasar el verano juntas y a hacer nuestro gran viaje, pero que necesitaba ese dinero para ir a Brasil a ver a Erik, necesitaba hablar cara a cara con él.

Empecé a hacer la maleta, metí todo lo necesario, prácticamente todo mi armario. Sonó el timbre y me sobresalté, no esperaba a nadie.

-¡Hola!-exclamó Elissa nada más abrir la puerta. Llevaba una gran maleta.- Me voy contigo a Brasil, no lamentes nada. Este será nuestro gran viaje y de paso podrás hablar con Erik cara a cara. Creo que necesitáis a hablar y sí, fui la primera que dije que te alejarás de él, pero él fue valiente al decirte su problema, se merece que le perdones.

Cogimos el primer avión para el que conseguimos billetes. Salía al día siguiente por la tarde.

Llamé a Erik.

-¿Clarissa?-preguntó él desde el otro lado del teléfono.

-Erik.- dije yo, tomé aire.- Mañana tendrás una sorpresa.- me mordí el labio.

-¿Qué dices Clary? ¿Has bebido?- preguntó él confuso.

-No, no. Escúchame Erik. Mañana tendrás una sorpresa, no puedo decirte qué es, pero te va a encantar.- contesté mientras sonreía.

-Bueno, vale, mañana lo veré.- dijo él y colgó.

Narra Erik:

Había bebido, no podía decir esto en serio. Mañana no tendría ninguna sorpresa, solo era que ella había bebido y como no sabía lo que hacía me llamó. Aunque no creía lo que me había dicho Clary, no concilié el sueño por lo que me levanté, me puse una camiseta ya que dormía solo con el pantalón del calor que hacía y me dirigí a la habitación de Mats. 

Llamé suavemente, Mats dormía como un tronco, sería difícil despertarle, pero tampoco quería despertar a todo el hotel. Volví a llamar dos veces más y por fin oí un ruido al otro lado de la puerta. Minutos después Mats me abrió adormilado y rascándose un ojo.

-¿Qué pasa Erik? ¿Qué haces a estas horas aquí?- preguntó.

Le conté lo que me había dicho Clarissa.

-Estaría borracha, es muy raro eso, Erik.- dijo él tumbándose en la cama y cerrando los ojos.

-No te duermas, Mats.- le zarandeé.

-Tengo sueño, Erik.- su voz sonaba cansada.

-Mats, es que no sé qué creer. En un principio he pensado que estaba borracha, pero no sé, no sonaba borracha.- me pasé las manos por el pelo como gesto de desesperación.

Narra Clarissa:

Elissa se quedó a dormir en mi casa. Ella durmió tan tranquila mientras que a mí me costó dormir.

-¡Levanta!- le grité a Elissa.

-Voy, pero no grites.- dijo ella.

-El desayuno está listo, voy a ducharme y ahora desayuno contigo. Repasa todo, que no se te olvide nada, termina la maleta ya. Yo la terminaré después de desayunar.- dije con muchísima energía.

-Clarissa… El avión sale a las 18:00 de la tarde.- Elissa se estaba levantando.

-Pero tenemos que estar a las 16:00 en el aeropuerto y comer.- dije entrando a la ducha.


Me di una ducha rápida, salí y fui a desayunar con Elissa.
Os traigo las fotos de hoy:

Clarissa:






Erik: